El comercio on-line ha experimentado un gran auge y, aunque eso reporta grandes beneficios a nivel de comodidad, también supone un gran perjuicio ambiental: aumento de las emisiones de CO2, dificultades en la movilidad, generación de residuos… Empresas y entidades están intentando minimizar estos efectos adversos, pero no hay duda de que la compra responsable es una de las claves para gestionarlos y controlarlos.

Hasta hace sólo 60 años la etnia ecuatoriana waorani no tenía ninguna relación con el mundo exterior y ahora, sin embargo, se ve amenazada por la industria petrolera. Nemonte Nenquimo ha sido testigo de este cambio y de sus efectos. La defensa de su vida en la Amazonia, el pulmón verde del planeta, le ha hecho merecedora de uno de los premios de la Fundación Goldman

Las reglas del juego han cambiado. El actual contexto está sacando a la luz las carencias del modelo industrial respecto a las posibilidades de participación y motivación de las personas. La educación, la economía, el activismo, la política, la empresa están en pleno proceso de cambio hacia modelos más participativos y centrados en las personas y sus motivaciones. y en ese nuevo escenario el juego cobra un papel importante.

Este año 2020 ha hecho que lo que antes era válido, de la noche a la mañana dejara de serlo. Los nuevos escenarios han obligado a reinventar los modelos educativos. Las estrategias lúdicas utilizadas de manera continuada para hacer atractivos los contenidos han ido cobrando protagonismo y haciéndose un hueco. Ahora, sin embargo, llega el momento de reflexionar acerca de la aplicación de técnicas y dinámicas de juego en los procesos de aprendizaje y educación.

Cuando jugamos, vivimos el presente, abrazamos la incerteza, abordamos las situaciones como retos y desafíos, y además disfrutamos. Por eso es tan útil jugar, porque ese aprendizaje lo podemos extrapolar después al ámbito laboral, familiar, personal… Esther Hierro es una experta en el tratamiento de la actitud lúdica, en el play-thinking. Ella nos explica por qué el juego es necesario, especialmente en realidades paralelas como la que estamos viviendo, y cómo crear entornos donde merezca la pena estar

Siempre la hemos sentido pero últimamente la necesidad de reconectar con la naturaleza se hace más imperiosa, incluso desde el propio asfalto. El artista italiano Marco Ranieri convierte la experiencia de la naturaleza en arte, a través de la participación, observación y divulgación. Cataloga las plantas capaces de nacer en grietas y ruinas de edificios antiguos y genera o renueva una vinculación empática entre personas y lugares. “Creo que la belleza de lo pequeño, lo fragmentado, lo impermanente, se puede ver como metáfora de nuestra propia vida”.

Vik Muniz es un artista que recicla, reutiliza, repiensa y reinterpreta. Toma de referencia obras icónicas que están en el imaginario popular y las rehace con técnicas y materiales muy particulares. Recoge imágenes fácilmente reconocibles y las reinterpreta dándoles un valor que antes no tenían. Y después fotografía esas nuevas obras para destruirlas finalmente y para que se quede la fotografía como único testigo de aquel trabajo. Su obra estará expuesta en el Museo de la Universidad de Navarra hasta el mes de marzo de 2021.

El shinrin-yoku (baño de bosque en japonés) es una práctica que consiste en pasear por el bosque de una forma meditativa y pausada. El concepto está inspirado en el sintoísmo y en el budismo, que veneran los espíritus de la naturaleza y por lo tanto consideran los bosques como el reino de lo divino. En los tiempos que corren, parece que esa necesidad de conectar con la naturaleza se agudiza.