
Masificación del turismo en zonas costeras, sobreexplotación de los bancos de pesca, cambio climático, abandono de actividades tradicionales… Estos son algunos de los males que aquejan a nuestros mares. Por eso se hace imprescindible el uso sostenible de los recursos oceánicos para el crecimiento económico, la mejora de los medios de vida y la creación de empleo, preservando la salud de los ecosistemas marinos. Es lo que llamamos la economía azul.