El alumnado de primero y segundo curso de Agrojardinería del centro Lantxotegi recibió el encargo de recrear con flores el meandro del río Arga y sus riberas en el baluarte Guadalupe de Pamplona. El mandato llegaba de parte del responsable de Jardinería del Ayuntamiento de Pamplona, Mikel Baztán, quien había pensado en esta entidad por su trabajo de inserción laboral de adolescentes y jóvenes para la actividad “Flores con Causa”, del Festival `Pamplona es Flor´, celebrado entre marzo y mayo de este año.
Lantxotegi es una entidad social navarra que desde 1983 trabaja con jóvenes con dificultades de integración socio-laboral, ofreciéndoles alternativas socio educativas que les permita continuar y afianzar su desarrollo personal, social y profesional. Esto se consigue a través de tres programas educativos diferentes, uno de los cuales se centra en la agrojardinería y las composiciones florales.
6.000 plantas, 100 metros cuadrados de terreno, dos días de trabajo y 16 alumnos entre 15 y 17 años son algunos de los detalles más llamativos de un proyecto que va más allá del resultado artístico.
“Era un reto incluir este programa dentro de la formación anual”, reconoce Menchu Andrade, responsable del Programa de Agrojardinería de Lantxotegi, pero “participar en intervenciones como esta nos da la posibilidad de sacar la escuela a la calle, hacer público el trabajo y esfuerzo de nuestra “chavalería” y trabajar con profesionales como las personas del Servicio de Jardinería y Viveros del Ayuntamiento de Pamplona”.
El encargo de recrear con plantas de tagete, petunias, verbenas y lobelias el recorrido del río Arga por la ciudad de Pamplona y su Comarca era un reto de aprendizaje importante por el reconocimiento y valoración que aportaba al grupo de jóvenes, y lo que ello implicaba para su crecimiento personal; jóvenes que generalmente han abandonado los estudio y no tienen el graduado en Educación Secundaria Obligatoria. “Había muchas ganas de hacerlo bonito porque sabíamos que lo iba a visitar mucha gente”, reconoce Andrade.
En palabras del alumnado que ha participado, el trabajo “ha sido sencillo. Lo más duro fue el esfuerzo físico de sortear el desnivel que hay desde la zona del Caballo Blanco hasta el baluarte de Guadalupe para trasladar las 6.000 plantas y las pruebas y cambios de flor que hemos tenido que hacer”.
Aseguran que proyectos como estos suponen una nueva manera de trabajar en equipo y aprender cosas nuevas. En general, les ha servido para aprender a organizarse ante un trabajo, sentir más generosidad a la hora de prestarse ayuda mutua, tener más aguante ante los retos físicos y cumplir plazos. Cualidades que, a buen seguro, les vendrán muy bien a la hora de incorporarse a un puesto de trabajo. “Después de pasar por los dos cursos que conforman el grado básico de Agrojardinería, se puede continuar la formación en Grado Medio o ponerse a trabajar como peones agrícolas en viveros, campos deportivos o como auxiliares de floristería”, recuerda Andrade.
Para el personal responsable de Lantxotegi, la formación transversal es tan importante como los grados educativos que se imparten en el centro. Es aquí donde los contenidos medioambientales cobran todo su protagonismo.
La recreación del meandro del río Arga para el programa `Flores con Causa´, el Concurso de Jardines Comestibles, donde el año pasado el centro resultó ganador; acciones de sensibilización, reparación, protección y conservación del entorno natural municipal; y la creación de un espacio ajardinado con huerta ecológica, comunitario, abierto al uso y disfrute de la ciudadanía de Berriozar son algunos ejemplos de sus trabajos más destacados y de la forma como Lantxotegi utiliza la naturaleza y el medio ambiente como elementos de integración socio laboral.
¿Conoces otros proyectos curiosos de los que te gustaría que hablásemos? Cuéntanoslos.
Me ha gustado mucho como esta redactada la noticia porque se ajusta a la realidad. Esta chavaleria realiza un buen trabajo, son unos currantes. En un aula normalizada les cuesta estar, son los últimos de la fila, para nosotros lo son todo, tienen posibilidades de crecer como personas, de seguir formándose. Gracias a la mancomunidad por visibilizar el trabajo que hacen.