El residuo electrónico es el tipo de residuo que más está creciendo en los últimos años en todo el planeta. En España, la basura electrónica ha crecido alrededor de un 17% y la producción de estos desperdicios aumenta tres veces más rápido que la media de los residuos urbanos, entre un 16% y un 28% cada cinco años.
Los tesoros a los que se refería Moreno Jordana son precisamente los componentes de estos aparatos. Un ordenador contiene minerales, materiales y componentes varios que en la mayoría de casos son difíciles de conseguir en la naturaleza, además de tener un algo coste de extracción: galio, boro, arsénico, litio, hierro. Lo mismo ocurre con las televisiones, tubos de rayos catódicos y pantallas de vidrio recubiertas de fósforo y plomo (los más antiguos), mercurio (las pantallas planas tipo LCD de primera generación), cobre, aluminio, cadmio y plásticos diversos, entre otros (televisores en general). En total, 10 kilos de residuos eléctricos y electrónicos si el aparato es de pantalla plana y 20, si es antiguo. Podríamos seguir con los ejemplos pero creemos que como referencia es suficiente para ponernos sobre aviso de la necesidad de deshacernos de ellos de forma segura y sostenible.
Según ECOLEC (entidad sin ánimo de lucro que promueve la correcta gestión de residuos electrónicos y eléctricos (RAEE) y el cuidado del medio ambiente.), la concienciación ambiental ante la «chatarra electrónica» ha crecido exponencialmente pese a que anualmente se generan millones de residuos electrónicos y pese a que cada vez se facilita más el procedimiento para poderlos desechar de forma segura.
Navarra es una muestra de todo ello. Según datos facilitados por el Gobierno de Navarra, el año pasado se recogió la cifra de residuos que se estimaba recoger en 2027: 3.549 toneladas. La lectura positiva es el nivel de conocimiento de la población. La negativa, el potencial de recogida es aún mayor y el auge de consumo de este tipo de productos dificulta trabajar en la prevención y reducción de este tipo de residuos.
TRES SENCILLOS CONSEJOS NOS PUEDEN AYUDAR A PREVENIR LA GENERACIÓN DE RAEEs Y A FACILITAR SU RECICLAJE
1. REPARACIÓN
Antes de adquirir un nuevo aparato eléctrico, procura repararlo en los servicios técnicos oficiales.
2. DESHACERSE DE ELLOS DE FORMA SEGURA
Si no tiene arreglo, las opciones son varias pero todas, igualmente válidas.
SI NO VAS A REEMPLAZARLO POR UNO NUEVO
- llévalo al punto limpio móvil o fijo más cercano.
- en Navarra, los Traperos de Emaús se pueden encargar de recogerlo en cualquiera de sus puntos de recogida o si es un electrodoméstico muy aparatoso, recogerlo a domicilio.
- los comercios y especialmente las tiendas con superficie de sala de venta de más de 400 metros están obligados a recoger cualquier pequeño electrodoméstico o aparato eléctrico o electrónico menor de 25 centímetros, compres o no uno nuevo.
- busca un comercio o tienda con el sello #GreenShop de Ecolec. Son establecimientos especialmente equipados para recoger los viejos aparatos.
SI COMPRAS UNO NUEVO
- Si tu viejo electrodoméstico va a ser reemplazado por uno nuevo, debes saber que por ley los comercios o superficies de distribución físicos están obligados a recoger el antiguo.
- Si la compra se realiza en tiendas on-line, éstas también tienen la obligación de recoger el aparato antiguo de forma gratuita.
3. OPTAR POR EL ECODISEÑO
Finalmente, cuando adquieras un nuevo aparato eléctrico, valora el ecodiseño del producto y su eficiencia energética para ahorrar energía a lo largo de su vida útil.
FUENTES: ECOLEC y Diario de Navarra.
Imagen: Tina Rataj-Berard en Unsplash
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