Una de las primeras personas en dar la señal de alarma en redes sociales sobre la aparición desmesurada de plástico para combatir el covid 19 fue la escritora y activista del movimiento Zero Residuos, Bea Johnson. “Había escuchado y leído que las cadenas de supermercados habían dejado de ofrecer productos a granel y cuando lo comprobé en persona, después de haber comprado exclusivamente en contenedores a granel desde 2008, me rompió el corazón …” reconocía recientemente en las redes sociales.
Nos encontrábamos en una senda en la que las grandes cadenas estaban apostando por realizar cambios para desechar el plástico de un solo uso: mayor oferta de productos a granel, apuesta por productos de higiene sólidos y sin envasar. Algo que los pequeños comercios o comercios de cercanía ya habían comenzado a implantar mucho antes y a los que se consideraba la punta de lanza de un movimiento que proponía un estilo de vida sin desperdicios.
Sin embargo, la pandemia provocada por el covid-19 ha cortado en muchos casos con estas prácticas. Algunos comercios a los que hemos consultado nos han reconocido que, por cuestiones sanitarias y por los nuevos requerimientos gubernamentales, no pueden permitir aceptar en estos momentos los envases domésticos, ya que no se puede garantizar la higienización de los mismos; en otros casos se ha retirado el autoservicio y ahora son los dependientes los que se encargan de servir los productos cumpliendo las medidas de seguridad sanitaria oportunas; y en los menos, los comercios ofrecen envases retornables para sustituir a los que aportaban los usuarios.
A pesar de todo, los datos que nos ofrece Ecoembes nos dicen que la recogida de plásticos se ha incrementado un 15% desde que comenzase el confinamiento. Vemos que los supermercados han disparado la venta de alimentos envasados. Según Nielsen, las compras a domicilio, en las que se usa más plástico, aumentaron un 74% durante la segunda semana del confinamiento, entre el 23 y el 29 de marzo, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Cubrirnos las manos con guantes plásticos de un único uso parece una práctica ya ineludible y los comercios buscan en mamparas de metacrilato formas posibles para intentar preservar la seguridad de sus clientes.
Como consumidores, ¿qué podemos hacer para eludir la sobre utilización de plástico?
Apostar por la compra en comercios de proximidad y a granel, siempre que sea posible.
Elegir productos envueltos en papel o cartón.
Elegir productos con envases de vidrio y no de plástico.
Optar por alimentos frescos: verduras y frutas; alimentos básicos o sin procesar.
Promover grupos de compra a productores directos entre el vecindario o personas cercanas.
Guardar siempre las medidas básicas de autoprotección: distancia y lavado o higienización de manos.
Por último, recordar que tanto guantes como mascarillas han de ir al contenedor resto. Como recuerda Sanidad “los guantes de látex o nitrilo empleados para hacer la compra u otros usos no son envases, y por tanto no deben depositarse en el contenedor de envases (amarillo)”. Hay que tirarlos en el contenedor de resto, el gris. Preferiblemente, dentro de una bolsa plástica para mayor seguridad en su recogida y tratamiento.
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