Para darse un baño de bosque necesitamos un bosque maduro, no nos vale cualquier entorno forestal. El bosque maduro es aquel paraje que cuenta con más de cien años sin actividad de tala y con árboles centenarios y bicentenarios y con una alta concentración de elementos naturales, además de árboles, como musgos, líquenes, etc. En España, el proyecto “Selvans” intenta desde hace unos años localizar y asegurar la conservación de los mejores bosques maduros de nuestro país para poder facilitar posteriormente, y entre otros aspectos, el acceso terapéutico a los mismos.
Porque los baños de bosques son tratamientos terapéuticos naturales. Existe una amplia bibliografía internacional entorno a los beneficios de los bosques maduros que coinciden en apuntar el hecho de que el contacto con estos mejoran no solo aspectos psicológicos: como el aumento del bienestar o de la tranquilidad; sino que también influyen a nivel fisiológico. Esto es porque los árboles contienen esencias fitoncidas: unas sustancias que al ser inhaladas actúan a nivel cerebral y a nivel fisiológico activando el sistema inmunológico, disminuyendo el estrés e incluso activando las células «natural killer», más conocidas como anticancerígenas. En un vídeo que recientemente ha publicado el canal EFE verde, incluso se apunta su gran valor para pacientes que sufren de fibromialgia y que pueden ver reducidos a la mitad los días que sufren dolor al realizar determinados ejercicios en espacios de este tipo.
El contacto con los bosques maduros mejoran no solo aspectos psicológicos: como el aumento del bienestar o de la tranquilidad; sino que también influyen a nivel fisiológico.
También necesitamos actitud para darnos un baño de bosque porque no se trata de un mero paseo preferentemente lento sino que tiene que ser un recorrido consciente donde pongamos a trabajar los 5 sentidos: oído, olfato, vista, gusto, tacto; y donde sacaremos más partido si nos acompaña un guía de terapia que complete el recorrido con ejercicios de meditación, respiración y movimiento corporal.
En países como Japón, a esta práctica que se realiza desde tiempos ancestrales, se le conoce con el nombre de Shinrin Yoku. Cuenta con el apoyo del gobierno, que ha invertido grandes cantidades de dinero en investigar los valores terapéuticos de los bosques e incluso incluye los baños de bosque en su cartera pública de servicios.
En occidente en general y en España en particular, los baños de bosque no son tan conocidos aunque ya comienza a haber empresas que los tienen en sus catálogos de servicios. Al sur de Tarragona, en la zona de las Tierra del Ebro, Ports Experience ofrece esta actividad que pretende además de aportar los beneficios terapéuticos de los que hemos hablado, concienciar de la necesidad de proteger los bosques maduros y sus ecosistemas. Como cuentan sus promotores “la vida en este planeta depende de la continuidad de estos santuarios de la naturaleza con dos objetivos claros: la protección de los bosques maduros y la visita respetuosa a los mismos para beneficiarse de sus efectos terapéuticos. Personas del mundo empresarial o directivo, personas en situaciones de gran ansiedad y en general todas aquellas que sufran de “déficit de naturaleza” fundamentalmente por vivir en entornos demasiado urbanitas, son los perfiles a los que mejor les van a venir estos «baños de bosque».
El reto está en conservar estos bosques maduros y gestionarlos de tal forma que sus potencialidades terapéuticas no se vean amenazadas por otros intereses.
Con todo, el reto está en conservar estos bosques maduros y gestionarlos de tal forma que sus potencialidades terapéuticas no se vean amenazadas por otros intereses. La naturaleza nos ofrece salud y bienestar, ahora sólo hace falta que sepamos gestionar correctamente estos beneficios, para poder así ofrecer también nuevas oportunidades a zonas rurales abandonadas por falta de oportunidades.
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