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Educación ambiental: el reto de convertir un programa educativo presencial en uno virtual

Sabido es que la situación de pandemia vivida desde marzo ha roto y variado la manera de trabajar de muchos sectores. La educación, sin duda, ha sido uno de esos sectores; y no sólo en lo referente a los centros escolares, sino también en cuanto a actividades que se desarrollaban al margen de los contenidos académicos. Los programas educativos medioambientales se englobarían en ese apartado. De la noche a la mañana todo lo que se hacía presencial se tuvo que adaptar al mundo virtual. El futuro había irrumpido sin llamar antes a la puerta.

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La educación y la sensibilización ambiental está cobrando cada vez más protagonismo en nuestra sociedad. Instituciones y entidades son conscientes de que formar a estudiantes de infantil, primaria y secundaria en conceptos tales como reciclaje, economía circular, ciclo integral del agua, transporte sostenible, etc. contribuye a crear una sociedad más concienciada ambientalmente.

La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona es una de esas entidades. Su programa educativo Mancoeduca cuenta con más de treinta años de historia y antes de la pandemia del covid daba cobertura a más de 40.000 alumnos y alumnas de Pamplona y la Comarca.

Esta larga trayectoria y esta dilatada experiencia sienta las bases de una forma de hacer estable y óptima… que de pronto saltó por los aires en marzo y que se tuvo que reinventar.

El cambio fue repentino, tal y como recuerda Jose Alzueta, técnico de educación ambiental y uno de los responsables de este programa. “En tres días nos cambió todo el escenario. El miércoles 11 de marzo la Mancomunidad decidió limitar el acceso a sus instalaciones al mínimo necesario para su funcionamiento. Fue entonces cuando nos comunicaron que teníamos que suspender las visitas a la depuradora, a las potabilizadoras, al centro de tratamiento de residuos… Había que garantizar los servicios esenciales y proteger la salud de quienes trabajaban en ellos por lo que llevar escolares suponía un riesgo. El jueves nos pusimos en contacto con los centros para suspender las visitas. Aún podíamos visitar los centros de información como Batán, Molino de S, Andrés, Depósitos de Mendillorri o Nacedero de Arteta y seguir con los talleres en los centros docentes. Pero el viernes todo se aceleró repentinamente. El sistema educativo al completo se cerraba temporalmente y nuestro programa con él. Aquel mismo fin de semana empezamos el teletrabajo en casa y las reuniones por videoconferencia que mantenemos en la actualidad. De hecho, mucha gente de la que trabajamos en Mancoeduca llevamos meses sin vernos en persona”.

A pesar del desconcierto inicial y de la urgencia, esta situación y circunstancias han supuesto un importante revulsivo para la reconversión a formatos digitales de todas las actividades dirigidas a los centros educativos. Alzueta explica cómo comenzó aquella conversión: “Sabíamos que el profesorado estaba organizándose para poder seguir adelante y que padres y madres intentaban adaptarse a la situación. Una compañera preparó una web de emergencia con recursos de Mancoeduca para compartirlo entre su círculo próximo y nos pareció una buena idea. Entonces empezamos a crear nuestro propio sitio. Fuimos recogiendo recursos por niveles (vídeos, juegos, …), luego pusimos un buscador para encontrar los recursos mejor e hicimos una selección de recursos por temas. El 8 de abril lo pusimos en marcha lo llamamos Mancosites”.

Pero pronto se vio que la nueva situación iba a durar en el tiempo. “Cuando quedó claro que aquello iba para largo nos pareció que teníamos que ofrecer algo mejor –explica Jose–. Así creamos las unidades didácticas, en las que añadimos juegos, creamos vídeos e inventamos y adaptamos actividades para que se pudieran hacer en casa. El profesorado las podía copiar y modificar a su modo. Todo el equipo desarrolló nuevas habilidades a un ritmo frenético. Cada semana salían varias actividades nuevas a Mancosites y se difundían entre el profesorado. Llegamos a publicar 24 y algunas no llegaron a ver la luz”.

En total 24 unidades didácticas en formato digital que han obtenido una muy buena valoración por parte del equipo educativo que ha participado en alguna de las actividades.

Esta nueva fórmula, además, ha permitido hacer una reflexión sobre el futuro de los formatos que se ofrecerán al público escolar a partir de ahora, ya que, a falta de una valoración más pausada, parece observarse que en el futuro será muy importante la convivencia entre los formatos presencial y digital.

“Seguimos deseando volver a las actividades presenciales, al contacto directo –reconoce Jose Alzueta–; pero, mientras tanto, seguimos buscando hacer cosas nuevas y mejores. Hemos revisado (y purgado) las unidades didácticas y nos hemos embarcado en hacer visitas y talleres virtuales a través de las TIC. Con esas tres cosas hemos preparado la oferta de actividades del curso que viene”.

Un curso lleno de incertidumbres al que se la ha comenzado a hacer frente a través de Digitala, un conjunto de recursos para seguir educando juntos y cuidando el medioambiente pase lo que pase… Para conocerlo mejor, te invitamos a que veas este vídeo.

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