Aspace Navarra es una entidad sin ánimo de lucro, nacida de la inquietud de varios padres y madres que quisieron buscar oportunidades para sus hijos e hijas con parálisis cerebral y discapacidades afines.
Su misión principal es, por lo tanto, mejorar la calidad de vida de estas personas y de sus familias, aportando soluciones, defendiendo sus derechos y facilitando su participación activa en la sociedad. Para conseguirlo, la entidad intenta hacer partícipes en el proyecto a las familias, profesionales y simpatizantes para, así, alcanzar la máxima normalización social.
En 2003, dentro de la entidad, se crearon dos fundaciones: Aspace Navarra Residencial, que tiene como objetivo principal la gestión de los centros y servicios; y Fundación Aspace Navarra para el Empleo, cuyo objetivo principal es desarrollar un itinerario de integración laboral para las personas con discapacidad.
La lavandería es uno de los servicios que presta esta segunda fundación. Muchos de sus clientes son empresas de diferentes sectores industriales entre los que destacan los hoteles y restaurantes, así como el sector residencial y farmacéutico.
El trabajo al que se enfrentan las 50 personas que trabajan en ella es ilusionante y se convierte en un reto diario cuando, por ejemplo, han de detectar y quitar de todas las prendas los objetos que las personas que las utilizan dejan olvidadas en los bolsillos. “Es un poco engorroso – explica David Usar, director de la Fundación- porque en algunos casos pueden causar daños a las personas que hacen la selección inicial de la ropa sucia, o a la maquinaria de la lavandería. Por ejemplo, si una cera queda en un bolsillo de un pantalón, se funde con el calor de la secadora y mancha todas aquellas prendas que tocan, además del tambor de la máquina. Pero as ganas de hacerlo bien pueden con todo”.
Los productos que se utilizan en la lavandería contienen componentes que cumplen con los criterios de biodegradabilidad establecidos en el reglamento (CE) N* 648/2004 sobre detergentes. “Además, el plástico con el que hacemos el empaquetado es en más de un 60 % reciclado”, apunta Usar.
Y la dinámica de trabajo es metódica y muy definida “especialmente pensada para los/las que trabajan aquí a quienes les facilitamos el trabajo si previamente aclaramos las dudas y especificamos claramente lo que tienen que hacer”. Así, una vez que se recibe y se pesa toda la ropa en una zona de separado, se verifica el tipo de las prendas y se agrupa según los tejidos que se pueden lavar juntos. Después, esas prendas se depositan en carros específicos donde se lee claramente “ropa sucia” y se envían a la zona de lavado. De la lavadora pasan a la zona de secado y de allí, en otros carros donde se lee “ropa limpia”, se agrupan por tipos y se envían a planchado y doblado. Antes de terminar, se prepara la ropa según la especificación de cada cliente para la expedición y se prepara el albarán. Cada cliente tiene predefinidas fichas técnicas que permiten seguir la trazabilidad de los elementos textiles y evitar mezclas entre clientes. Además, a lo largo de todo el proceso se realizan revisiones constantes de calidad.
Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, cliente
Uno de los clientes de la Fundación Empleo de Aspace Navarra es la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. “Para nosotros es un placer poder lavar la ropa de esta entidad, ya que nos ayuda a conseguir los objetivos laborales y personales de nuestra razón de ser, las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines”, asegura Usar.
La colaboración se inició en el año 2012, a través de oferta pública. Desde entonces, la Fundación se encarga del lavado de la ropa laboral de varios centros como Puntos Limpios, CTRU Góngora, ETAP de Eguillor y Urtasun y EDAR de Arazuri.
Según Usar, «el trabajo presenta sus dificultades, lo que nos ayuda a aprender diariamente. Por ejemplo, la ropa que llega del Taller Almacén Agustinos, a veces, suele estar manchada con algún tipo de cemento/arena que se queda muy pegado a la prenda y se convierte en reto eliminarla por completo. Por otra parte, identificar y juntar la ropa que corresponde a cada persona tampoco es tarea fácil, ya que no existe una forma unificada de identificación y lo que está escrito con rotulador se va borrando. Pero siempre se encuentran soluciones».
De hecho, en relación con este punto, en breve se pondrá en marcha un nuevo sistema de marcaje.. Y para facilitar que la ropa llegue a su destino, a pesar de los cambios de turno del personal de los centros de MCP, la entidad ha habilitado un programa de gestión al que tiene acceso el servicio de lavandería, «que nos ayuda mucho en nuestro trabajo».
Y así sigue el día a día de este servicio que, según se lee en su propia página web, «es semejante en calidad y precio a cualquier empresa ordinaria, pero con el diferencial de ser una lavandería industrial sin ánimo de lucro, cuyo objetivo principal es facilitar la integración laboral y social de las personas con discapacidad que trabajan en Aspace Navarra».
Y así sigue el día a día de David Usar y su equipo que luchan por mejorar la calidad de vida de estas personas y buscan alcanzar la mayor normalización social posible
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