LA ENERGÍA MÁS BARATA ES LA QUE NO SE CONSUME
Este tipo de viviendas y edificios se les denomina Passivhaus, término y certificado alemán con el que se identifican a las viviendas pasivas o viviendas de consumo energético casi nulo. Este tipo de construcción garantiza un confort climático, suministrando energía por calefacción y refrigeración sólo a través del aire, cuyo caudal ha de ser el mínimo para garantizar la calidad del aire en el interior de la vivienda: sin pólen, sin contaminación ambiental y acústica, permitiendo la extracción al exterior de agentes nocivos y favoreciendo también la higiene.
Para evitar el derroche innecesario de energía la vivienda debe contar con un adecuado aislamiento: bajo solera, en cubiertas y fachadas, así como carpinterías de madera de altas prestaciones y vidrios triples… A ello se añaden instalaciones de ventilación mecánica para la recuperación del calor.
Este modelo de edificación sólo requiere un 10% más de inversión en su presupuesto que el de una obra convencional. Es por ello que a corto plazo el proyecto es económico por el ahorro anual, a medio plazo el proyecto ya es rentable y a largo plazo resultan necesarios ya que los edificios convencionales apenas tendrán el valor que presentan actualmente debido a la directiva Europea 2010/31/EU. Esta directiva establece dos fechas límite, la primera 2018 que insta a los edificios de entidades públicas a ser de consumo energético casi nulo y la segunda 2020 que establece que todas las nuevas construcciones sean Passivhaus. Esta es la única alternativa actual de construcción posible para reducir el cambio climático.
En Navarra, por ejemplo, existen varios edificios privados y públicos con estas características. La más importante es el edificio sin consumo del barrio de Lezkairu, en Pamplona, que con una única estufa calienta toda la casa gracias a la circulación del aire existente dentro de la vivienda. La temperatura de este edificio no es inferior a 17 grados en invierno ni superior a 25 en verano gracias a una máquina de recuperación del calor. Otro buen ejemplo es la Casa Plazaola de Lekumberri que ha obtenido la certificación de primer ‘Edificio de Consumo de Energía Casi Nulo’ (EECN) de España y el décimo de Europa, otorgado por el Instituto Passivhaus. La edificación presenta un consumo energético de tan solo 300 euros anuales. Las características que permiten a esta vivienda contar con la certificación Passivhaus son el riguroso control de los puentes térmicos y materiales de una calidad excelente.
Actualmente en todo el estado existen 34 viviendas certificadas como Passivhaus y se espera generalizar este tipo de viviendas en todo el territorio nacional para adaptarnos a las actuales circunstancias climáticas y las directivas europeas. En el futuro veremos cómo las viviendas de consumo energético crecen en nuestras ciudades.
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