Debido al aumento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático muchos animales del hemisferio norte se están trasladando hacia latitudes más elevadas para sobrevivir y abandonan las más cálidas. Las plantas no pueden hacerlo, por eso las aves migratorias juegan un papel crucial en su dispersión y conservación, ya que permiten que las semillas puedan recorrer largas distancias y que germinen a decenas de kilómetros para poder ocupar sus óptimos climáticos.