En una comunidad nómada de Chad se ha alzado la voz de Hindou Oumarou Ibrahim, activista medioambiental que ve cómo el cambio climático transforma su realidad. Geógrafa de profesión, ha unido la tecnología, la ciencia y los conocimientos ancestrales que tenía a su alcance y ha puesto en marcha un proceso participativo para que integrantes de su comunidad conforman mapas y maquetas 3D donde indicar en qué lugares se encuentran los mejores pastos, árboles frutales y plantas medicinales.
¿Es normal que los mismos ríos se desborden en el plazo de un mes? ¿Es normal amanecer el día de Año Nuevo con una temperatura de 24 grados cuando las personas de más edad lo recuerdan cubierto de nieve? ¿Es normal no quitarse la chaqueta por el frío en el tiempo en el que antes playas y piscinas estarían atestadas? ¿Es esto el cambio climático?
El lenguaje nunca es neutro. Cuando variamos el lenguaje, también alteramos nuestra forma de ver el mundo. Prueba de ello es comprobar la evolución que ha sufrido nuestra percepción del cambio climático. Porque no es lo mismo hablar de calentamiento global que de emergencia climática.
Debido al aumento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático muchos animales del hemisferio norte se están trasladando hacia latitudes más elevadas para sobrevivir y abandonan las más cálidas. Las plantas no pueden hacerlo, por eso las aves migratorias juegan un papel crucial en su dispersión y conservación, ya que permiten que las semillas puedan recorrer largas distancias y que germinen a decenas de kilómetros para poder ocupar sus óptimos climáticos.