Francia ha decidido prohibir los vuelos de corta distancia a través de un proyecto de ley que prohíbe los vuelos regionales que puedan ser sustituidos por un viaje en tren de menos de dos horas y media. Varias voces expertas afirman que este no es el mejor momento para limitar los vuelos, mientras el sector ecologista considera que la medida es insuficiente. ¿Será posible encontrar en algún punto el equilibrio entre la salud del planeta y la de la economía?