En la década de los 30, un grupo de mujeres en el lejano oeste americano se subió al caballo para recorrer los montes de Kentucky, a través de las laderas nevadas y por los arroyos fangosos, con un objetivo sencillo: proporcionar material para leer a las comunidades montañosas aisladas. Las gentes comenzaron a apodarlas «las mujeres de los libros».
Casi 100 años después llega a Tierra Estella (Navarra) un proyecto similar, que también pretende convertirse en un acceso a la cultura para territorios despoblados; salvo que en esta ocasión las responsables no son solo mujeres y el medio de transporte elegido no es el caballo, sino el autobús.
El 10 de octubre arrancó el Bibliobús del Gobierno de Navarra, de la mano del Servicio de Bibliotecas de Navarra; un vehículo que llegará a 6.800 habitantes y recorrerá 28 pueblos cada quince días y a través de cinco rutas.
Las personas que vivan en los pequeños pueblos que alberga la zona no tendrán que desplazarse a las ciudades y localidades de mayor tamaño para obtener el carné único de préstamo; acceder a documentos y libros de otras bibliotecas a través del préstamo interbibliotecario; tener acceso a colecciones digitales de libros, películas y revistas disponibles en las plataformas eBiblio, eFilm y eMagazine; o disfrutar de otras actividades culturales y literarias que puedan surgir.
Por contra, recibirán la visita de un autobús adecuado como biblioteca móvil, que dispondrá de una colección inicial de 2.500 libros, revistas y películas, y unos 800 documentos.
Además, el grupo de profesionales responsable del servicio se encargará también de repartir libros a los hogares de personas con movilidad reducida.
Esta no es la primera biblioteca móvil que recorre Navarra, ya que en 2019 se puso en marcha el servicio de biblioteca de casa en casa, la Biblioneta, en Aurizberri-Espinal.
Y aunque en Navarra sea algo relativamente nuevo, el utilizar transporte público y movilidad sostenible en el traslado de libros y documentos de las redes de lectura pública es algo que se lleva desarrollando en la red de Bibliobuses desde hace mucho tiempo.
Sin olvidar que, aunque en su mayoría los vehículos de transporte utilizados sean autobuses y camiones adaptados, existen también alternativas reales y curiosas como el biblioburro en Colombia, el biblioelefante en Tailandia, o las bibliobicicletas de otros muchos lugares.
No es la primera vez que hablamos de lectura y libros en este blog. De hecho, en un post anterior dimos las claves para dar una segunda vida a los libros (leer aquí). Y en otro (leer aquí) dimos cuenta de la red Bookcrossing que había llegado a nuestros centros.
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