
La historia de la isla de Nauru nos habla de un desarrollo económico sin igual, impulsado por la explotación de combustibles fósiles. Pero también de la falta de previsión, del querer mirar hacia otro lado y de reaccionar cuando ya es demasiado tarde… De hecho, el último informe del IPCC la nombra como espejo en el que mirarnos: paradigma de la explotación de recursos sin control y de una sociedad con fe ciega en que la tecnología o los nuevos descubrimientos ayudarán a paliar el problema que nuestras acciones están creando. Pero ¿y si no es así?