Si le planteamos a una persona joven una temática relacionada con una posible cura del cáncer u otra sobre plantas resistentes a la sequía descubriremos que, en general, el segundo tema es el que más inquietud genera.
Nos lo ha contado Sandra Uve, ilustradora, escritora, educadora y creadora de la exposición “Descubriendo inventoras”. La artista planteó en una charla con estudiantes de 2ª de la ESO de un instituto catalán los perfiles de dos mujeres científicas que trabajan en esas materias: María Blasco o Ana Caño Delgado. Fue entonces cuando descubrió la necesidad de formación medioambiental que necesita una juventud a la que le preocupa el futuro de su planeta. Quizás sea en respuesta al fenómeno Greta Thunberg, o a consecuencia de la inquietud creciente por los fenómenos naturales provocados por el cambio climáticos. En todo caso, la necesidad de referencias a las que seguir es importante para la juventud actual y de eso Sandra conoce bastante.
Cuando le preguntamos qué nombres de activistas o inventoras relacionadas con el medioambiente son sus referentes, la retahíla de mujeres que sale por su boca es inmensa: Dian Fossey, zoóloga estadounidense reconocida por su labor científica y conservacionista con los gorilas en Ruanda y la República Democrática del Congo; Vandana Shiva, doctora en Ciencias Físicas y una de las más prestigiosas ecologistas, feministas y filósofas de la ciencia; Maria Sibylla Merian, científica precursora de la entomología, naturalista, exploradora, ilustradora científica y pintora alemana; Rachel Carson, bióloga marina y conservacionista estadounidense a la que se le atribuye con sus escritos la puesta en marcha de la moderna conciencia ambiental; María Cáceres, asesinada por defender el medio ambiente; Jane Goodall, experta en champicés, la activista medioambiental Greta Thunberg o Cristina Casadevall de la Cámara, quien con 12 años inventó un material sustitutivo de la madera.
Sandra Uve trabaja en un panel ilustrado con todas ellas que confía en poder añadir a la exposición itinerante “Descubriendo inventoras” que recoge los perfiles de 26 mujeres que esta autora considera relevantes por su trabajo por cambiar el mundo a través de sus investigaciones o descubrimientos.
El caso de Cristina Casadevall, creadora del Ecocarcris, uno de los inventos más sostenible de la historia cuya patente no quiere vender hasta asegurarse su buen uso o el de Mary Walton, ingeniera industrial quien ya en 1880 desarrolló un sistema que reducía los vertidos de humo en las zonas industriales y luchó contra la contaminación acústica que generaban las vías del tren en Manhattan, no se incluyeron en la exposición de Uve: “Cuando estaba montando la exposición tuve que elegir entre las más de 3.000 mujeres que tengo registradas y opté por las científicas. Sin embargo, visto el interés y la necesidad de información que despiertan las cuestiones medioambientales, ahora me veo abocada a añadir ese perfil a la exposición”, reconoce Sandra.
Ambas forman parte del libro “Supermujeres, superinventoras”, y que junto a la exposición y a otras actividades divulgativas integran un proyecto global con el que Uve da a conocer la vida y la obra de mujeres inventoras clásicas y contemporáneas que pudieron patentar sus inventos a lo largo de la historia a pesar de las trabas políticas, sociales y civiles que se les planteaban.
“Vale la pena que hablemos de estas mujeres”, explica la autora. Muchas de ellas mezclaron ciencia y creatividad, elementos que les llevaron a tener ideas increíbles que materializaron en sus descubrimientos o patentes. “El arte y la investigación siempre van de la mano porque de esa unión a menudo surgen ideas brillantes”. Mientras, Sandra Uve sigue trabajando en la ilustración de nuevas científicas o inventoras contemporáneas con el objetivo de crear una nueva exposición para 2021 y nos reconoce que entre las nuevas elegidas no va a faltar el ejemplo de Ana Caño Delgado, científica española y bióloga que, pese a haber creado una planta resistente a la sequía, todavía tiene que luchar contra la incomprensión hacia su trabajo. A ella se unirán otras valiosas mujeres que un día decidieron mejorar o cambiar el mundo a través de su ingenio y su trabajo, rompiendo estereotipos tales como que la ciencia es una disciplina no asociada al mundo femenino.
Imágenes: sandrauve.com y mcp.es
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