El mes de diciembre arrancó con nevadas en comunidades como Navarra y Euskadi. Después, el 10 de diciembre las precipitaciones ocasionaron el desborde de los ríos en unas inundaciones históricas. El mes se siguió desarrollando con días de temperaturas muy frías, mucha lluvia y nieblas intensas. A principios de enero las olas del Cantábrico superaron los 6 metros y el 10 de enero los cauces fluviales de nuevo amenazaron riadas. ¿Es esto normal?
En el año 2013 el Molino de San Andrés de Villava registró una subida considerable del río Arga y Ulzama en enero; y el 9 de junio sufrió su inundación que llegó a una altura de 2,74 metros.
¿Estamos ante un fenómeno cíclico? ¿Se están produciendo cada vez más fenómenos extremos o es una mera percepción? ¿Será cierto aquello del cambio climático?
El 28 de enero se celebra el Día Mundial de la Acción Frente al Calentamiento Terrestre, también llamado Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2. Su objetivo es crear mayor conciencia entre la ciudadanía del grave peligro que representa el cambio climático para el medio ambiente y todos los seres humanos.
Pero ¿tenemos claro qué es el cambio climático?
Según Peio Oria Iriarte, delegado Territorial de AEMET en Navarra, “el cambio climático es una variación a largo plazo en el sistema climático, como consecuencia de desequilibrios en el balance energético (energía entrante – energía saliente)”.
Hay que tener en cuenta que el Sistema Climático está en continua evolución y que estas variaciones siempre han ocurrido. Las causas naturales que las han provocado son el movimiento continental, las variaciones astronómicas (órbita de la tierra) y la actividad volcánica y solar, entre otras.
Sin embargo, después de la revolución industrial, y sobre todo a partir de 1960, se constata que el clima global se calienta también por causas antropogénicas (emisión de gases de efecto invernadero, cambios en el uso del suelo).
De hecho, un estudio de octubre de 2021 realizado por la Universidad de Cornell, y publicado en el paper Enviromental reseach Letters, asegura que, después de analizar 3000 publicaciones científicas sobre cambio climático, se ha encontrado un consenso del 99 % en la comunidad científica a la hora de afirmar que el cambio climático actual responde a un proceso antropogénico.
Así que, los episodios que hemos descrito al principio, de manera aislada, no se podrían atribuir al cambio climático, dado que son fenómenos meteorológicos locales y puntuales.
Si se quiere ser estricto y tratar de este tema de una manera seria y fiable hay que recurrir siempre a evidencias científicas que sean de alcance mundial y a largo plazo.
No nos encontramos, por lo tanto, ante un problema medioambiental que se da en un único escenario, sino de una amenaza global causada, sobre todo, por un modelo de actividad económico-industrial- energético.
Pero el debate está en la calle, porque está claro que algo está pasando.
En palabras de Peio Oria, “el planeta se calienta (atmósfera, océanos, hielos…). No solo en promedio. También los extremos. El hielo marino y continental se reduce. Existe un nuevo estado climático. Aunque no se manifieste igual en todas partes, los fenómenos extremos (olas de calor, sequías, ciclo hidrológico) aumentan su frecuencia, persistencia e intensidad. Y se están produciendo cambios en patrones atmosféricos y de precipitación. Además, la estabilidad y estacionariedad del clima en los últimos 10000 años (más allá de pequeñas fluctuaciones) está rompiéndose”.
Por eso, en opinión de este experto, que el debate exista “es relevante para la formulación de políticas y para que se produzca un cambio cultural que provoque una alteración de nuestro modo de vida”.
Ante esta situación y realidad, ¿qué se puede hacer? ¿Dónde hay que poner el foco?
A su entender “en buscar acuerdos, consensos en todos los niveles: gobiernos nacionales, organizaciones internacionales, empresas grandes y pequeñas, autonomías, regiones, ciudades, barrios. Todos los esfuerzos cuentan si sabemos dónde vamos y cuáles son las amenazas y de qué nos tenemos que proteger”.
Además, insiste en que es necesario “cambiar nuestros modelos (energéticos, culturales, de consumo) de forma razonable y progresiva”.
Y, por último, concienciar, sensibilizar y hacer partícipe a la población del problema y la solución.
En pos de ello, he aquí nuestro granito de arena.
Fuentes:
Ponencia “El cambio climático a día de hoy”. Peio Oria Iriarte, Jornadas “Comprender para explicar la crisis climática” de Gobierno de Navarra
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