¿Cuál fue el último juego al que jugaste? ¿Sabes qué es el serious game? ¿Se puede diseñar la diversión? Estas son algunas de las cuestiones que se ha planteado un grupo de profesionales del programa de educación ambiental Mancoeduca y que ha dado origen al ciclo “EL JUEGO Y LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS REVUELTOS”. En él se proponen tres webinars (ver video) que aúnan temáticas relacionadas con educación, sostenibilidad y nuevos escenarios de aprendizaje, siendo el juego un pretexto para lograr objetivos formativos que van más allá de la simple diversión.
Iñaki Huarte, de la empresa Ouiplay, es uno de los ponentes. Tras pasar por diferentes industrias creativas como cine, televisión, videojuegos y mundos virtuales, actualmente dirige la consultora OUIPLAY, cuya misión es transformar las rutinas haciéndolas estimulantes, participantes y divertidas mediante la gamificación. Desde ahí desarrolla proyectos para instituciones y organizaciones empresariales y educativas.
Dentro del proyecto “EL JUEGO Y LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS REVUELTOS” plantea un taller donde presentará los fundamentos sobre los que se construyen los juegos, abordando los principios básicos de la motivación en las personas. “Es verdad, trabajo sobre los juegos con propósitos serios”, explica. Y es que, en la realidad que nos ha tocado vivir este último año ha quedado patente que, al contrario de lo que pueda parecer, el juego se ha convertido en una de las posibles claves para encender la llama de la motivación en las personas.
“Las reglas del juego han cambiado. El actual contexto está sacando a la luz las carencias del modelo industrial respecto a las posibilidades de participación y motivación de las personas. La educación, la economía, el activismo, la política, la empresa están en pleno proceso de cambio hacia modelos más participativos y centrados en las personas y sus motivaciones”, enfatiza Iñaki.
Desde su punto de vista, en este contexto de cambio, la gamificación es una pieza útil y eficaz para pasar a la acción, generar compromiso, crear nuevas experiencias de aprendizaje, mejorar la satisfacción, o crear experiencias. “Establecer objetivos razonables y aplicar estrategias adecuadas para alcanzarlos es el gran reto de toda organización, pero a menudo invertimos nuestra energía en metodologías grises y aburridas que fracasan incluso antes de ser implementadas. Ahora es el momento de aplicar otras más divertidas para conseguir ser más eficientes”.
Por eso, lo primero que plantea es hacer una revisión de la técnica aplicada hasta el momento, tratando conceptos relacionados con la psicología, la motivación y el juego, para después explorar nuevas vías. “Tenemos que pensar lo que hemos hecho hasta ahora, extraer lo positivo y con ello y una perspectiva nueva crear otra forma de enseñar y de aprender, un nuevo camino que esté íntimamente relacionado con la diversión, porque los nuevos tiempos lo exigen”.
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