El 1 de junio de 2016 un equipo de especialistas de la Universidad de La Coruña sumergió un vehículo subacuático en las aguas de Eugi para realizar una cartografía batimétrica (relieve de la superficie subacuática), cálculos morfométricos (tamaño y forma del embalse) y obtener otros datos. Gracias a aquel estudio hoy sabemos las dimensiones reales del embalse y que, desde su creación, la capacidad de almacenamiento no ha disminuido