El comercio on-line ha experimentado un gran auge y, aunque eso reporta grandes beneficios a nivel de comodidad, también supone un gran perjuicio ambiental: aumento de las emisiones de CO2, dificultades en la movilidad, generación de residuos… Empresas y entidades están intentando minimizar estos efectos adversos, pero no hay duda de que la compra responsable es una de las claves para gestionarlos y controlarlos.