Laura Villadiego es una de las cabezas visibles y pensantes de Carro de Combate, un colectivo dedicado al periodismo independiente, que investiga el origen de los productos que consumimos. Dice que la cantidad de consumo actual es insostenible y que ya es hora de que la sociedad se empodere y comience a ejercer un consumo crítico, exigiendo la trazabilidad de los productos. ¿le haremos caso?

Javier Rico Nieto pone el foco en las personas cuando habla de comunicación ambiental. Para él, esta comunicación es clave ya que, se ha artificializado tanto la naturaleza que no somos conscientes de que formamos parte de lo mismo. Con su proyecto A ver Aves organiza rutas en ciudad tanto para escolares como para público en general, con el objetivo de avistar aves y de asombrar con algo que tenemos cercano.

La desconexión de la urbe moderna y del medio natural ha llevado a investigadores y divulgadores a hablar del síndrome de déficit de la naturaleza. Sin embargo, nuestra salud y nuestra capacidad de convivir y sobrevivir como especie dependen, en buena medida, de mantener vivo ese nexo.

El divulgador ambiental César Javier Palacios defiende que la comunicación ambiental hay que hacerla desde el sentimiento, desde las emociones. Con los cinco sentidos. Conductor de programas de televisión como “El señor de los bosques” o “Cata el paisaje”, reconoce que “hemos convertido la naturaleza en un photocall al que le estamos dando la espalda”, pero que tenemos las herramientas para poder reconectar.

En su XXº edición las Jornadas Amalur mantienen intacto su espíritu de ser un lugar de encuentro de otros encuentros y de crear vínculos positivos con la naturaleza y el medioambiente. El biólogo Alberto Luengo es el alma mater del proyecto y quien nos cuenta su experiencia.

El entrenamiento y uso de modelos de IA requieren una enorme potencia y energía que se concentra en grandes centros de datos, donde miles de servidores trabajan sin descanso. Cuando estos procesadores funcionan a pleno rendimiento, generan mucho calor, y para evitar que se sobrecalienten, se utilizan sistemas de refrigeración, que a menudo se traducen en enfriamiento por agua.
En consecuencia, actualmente cada consulta a un modelo de IA esconde un coste ambiental importante: el consumo de agua.

Humanizar la ciudad, centrarla en las personas y mejorar la calidad de vida en ellas es el reto de la “pacificación del tráfico”, un paquete de medidas que se está implantando en varias ciudades europeas con el objetivo de reducir la velocidad y la cantidad de coches privados en las urbes, además del ruido.

Europa se está calentando el doble de rápido que el promedio mundial. Este calor extremo está teniendo un impacto directo en el urbanismo. Las ciudades, con menor vegetación y mayor densidad de población, son más vulnerables a las altas temperaturas, lo que provoca estrés térmico, fallos en infraestructuras y aumento de la demanda energética. ¿El Viejo Continente estará a la altura de las circunstancias?

El poso del café, el brik de la leche, el bote de conservas de las lentejas, los restos de barrer, el envase vacío del detergente para la ropa… Es abrumadora la cantidad de residuos que generamos a diario.
Cuando depositamos una caja de cartón en el contenedor gris, se convierte en un residuo enterrado en el vertedero. Sin embargo, la tecnología ha avanzado y tenemos la suerte de vivir en zonas donde podemos separar nuestras cajas de cartón para convertirlas en nuevos recursos y seguir haciendo girar la rueda para un futuro más sostenible. Tirar una caja de cartón en el lugar correcto… un pequeño gesto con consecuencias trascendentales, ¿no?

Jennifer Uchendu fundó SustyVibes, una organización donde los jóvenes opinan sobre métodos para fomentar la sostenibilidad, y donde se trabaja la adopción de una mayor responsabilidad. Después lanzó el proyecto Eco-Anxiety África (TEAP), que pretende comprender la experiencia de la eco-ansiedad en las poblaciones africanas a través de la investigación y la divulgación, generando conciencia y acciones locales sobre este tema y abriendo el diálogo y los espacios de autocuidado.
La experiencia ha sido tan positiva que Jennifer tiene previsto formar a profesionales para que establezcan espacios similares en Sudáfrica, Ghana y Kenia.