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China anunció en diciembre de manera oficial que iba a extender un sistema de control meteorológico al 60% de su territorio. ¿Será posible que esto no repercuta en el resto del mundo? Los países vecinos se muestran inquietos, porque quien pueda controlar cuándo llueve en su territorio, puede también impedir que llueva en el de al lado… La polémica está servida y el recelo extendido. Por eso, algunos países han comenzado a plantear la necesidad de una regulación, a nivel mundial, para que se quede fijado un marco relacionado con el control meteorológico.