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¿Cómo se siembran las nubes?

China anunció en diciembre de manera oficial que iba a extender un sistema de control meteorológico al 60% de su territorio. ¿Será posible que esto no repercuta en el resto del mundo? Los países vecinos se muestran inquietos, porque quien pueda controlar cuándo llueve en su territorio, puede también impedir que llueva en el de al lado… La polémica está servida y el recelo extendido. Por eso, algunos países han comenzado a plantear la necesidad de una regulación, a nivel mundial, para que se quede fijado un marco relacionado con el control meteorológico.
Imagen de Simon en Pixabay

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¿Cómo se siembran las nubes?

¿Verdad que esta pregunta parece extraída de un spot publicitario o del verso de un poema? Sin embargo, a cualquier profesional de la ingeniería china no le resultaría del todo extraña y siempre habría alguien que nos respondería que se inyecta yoduro de plata en las nubes y que cuando se consigue que éstas alcancen el nivel óptimo de humedad, la condensación aumenta provocando precipitaciones. Gracias a esta práctica, se consigue controlar cuándo y dónde llueve.

China tiene un gran conocimiento de este sistema, no en vano lleva años evitando lluvias en los días importantes y provocándolas en lugares concretos. Sin embargo, ahora ha dado una vuelta de tuerca al anunciar, en diciembre, y de manera oficial, que en 2025 va a extender este sistema de control de clima y precipitaciones a más de 5,5 millones de kilómetros cuadrados, o lo que es lo mismo, al 60% de su territorio.

El anuncio no ha dejado indiferente a nadie (¿será posible manipular de esta manera la meteorología sin afectar al resto del mundo?) y mucho menos a los países vecinos, que ya hablan de la posibilidad de una guerra meteorológica. Porque que uno pueda controlar cuándo llueve en su territorio puede significar también que pueda impedir llover en el de al lado…

De hecho, este sistema ya se utilizó en la guerra de Vietnam para inundar las carreteras y condicionar así al Vietcong. Ahora, el propio Vietnam, Nepal, Birmania o la India, con quien China mantiene problemas fronterizos en el Himalaya, ven con inquietud el proyecto del gigante asiático, que puede repercutir directamente en los monzones.

También otras organizaciones, instituciones y grupos ecologistas muestran su inquietud ante una práctica sin precedentes cuyas repercusiones nadie conoce. La gestión del Mekong, los embalses y las plantas de energía que tienen efectos directos (no siempre positivos) en el transcurso y en la vida del río, no ayudan a transmitir confianza ni calma.

En su defensa, los precursores del sistema aseguran que lo que se pretende es evitar desastres como las sequías o el granizo que tan importantes son en la producción agrícola, tan extendida en un país que, además de ser muy tecnológico, es también muy agrícola. Los incendios forestales o de pastizales, así como las altas temperaturas que los provocan también se podrían combatir con este sistema, además de permitir la restauración ecológica.

Pero la polémica está servida y el recelo extendido. Por eso, algunos países han comenzado a plantear la necesidad de una regulación, a nivel mundial, para que se quede fijado un marco en lo relacionado al control meteorológico.

*Con motivo de la celebración del Día Internacional del Agua 2021, dedicamos una serie de post de este Ecoblog al lema del año “¿Qué es el agua para ti?” (#water2me). Esta es la lista de artículos que, junto a este, publicamos (clicar encima de cada título):

1.- Contaminación acústica en los océanos

2.- Recuerdos de nuestros ríos

3.- Tarjetas bancarias a partir de residuos oceánicos

4.- Entre el mar y la tierra

5.- Mamá, tengo sed

6.- De cómo el agua que bebemos se convierte en fuente de energía

7.- Personalidad jurídica para el río

8.- Cuando el agua es fundamental para tu trabajo

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