Villava, el municipio más pequeño de Navarra, ha llegado a ser un referente medioambiental en donde los espacios verdes y naturales encuentran un lugar entre tanto cemento. Y lo ha conseguido gracias a la colaboración activa de las instituciones y de la ciudadanía que entienden que la reconexión con la naturaleza aporta beneficios tanto medioambientales como de salud.