El 20 de marzo de 2017 el parlamento de Nueva Zelanda aprobó una ley a través de la cual otorgó personalidad jurídica al río Whanganui. Así, el río y todos sus elementos quedaban configurado como un todo indivisible e inviolable.
Esto marcó jurisprudencia e hizo posible que dentro y fuera del país se estudiara hacer lo propio con otros ríos, lagos y montes.
Sin embargo, el pueblo maorí advierte que esto no es la solución. Que lo que realmente se necesita es cambiar la mentalidad y la actitud. Que lo que nos exige el medioambiente no son leyes, sino responsabilidad.