El árbol Ranfurly es una pícea de Sitka que está ubicada en la isla deshabitada de Campbell, en Nueva Zelanda. Está considerado como el «árbol más remoto» del planeta, además de una especie invasora que más de una opinión científica quisiera ver desaparecer. Sin embargo, este ejemplar se librará de la tala, porque podría ser una herramienta valiosa para comprender lo que está sucediendo con la absorción de dióxido de carbono en el Océano Austral y, por ende, con el cambio climático.
En un rincón de las Tierras Altas de Escocia, las Highlands, existe una reserva natural que se dedica a recuperar la flora y fauna autóctona. Se financia gracias a las aportaciones de todo el mundo. La iniciativa consiste en vender parcelas-souvenir de carácter hereditario, que se pueden visitar y donde se puede acampar o plantar un árbol. Quien las compra adquiere el título de lord o lady.