El agua es un bien escaso imprescindible para vivir. De hecho, el ser humano siempre se ha preocupado de su abastecimiento y ha ideado distintas soluciones para su almacenamiento y consecución. Después de un tiempo en el que el conocimiento tradicional ha estado relegado a un segundo plano, parece que ahora recupera de nuevo el protagonismo y que la ingeniería “verde” se abre camino con paso firme.