Publicado

Cáscaras de pistacho a la captura de carbono

Las cáscaras de pistacho podrían ser aprovechadas como captadoras de CO2, después de convertirse en carbón activo. El gran reto de la industria está en conseguir activar ese carbón de manera sostenible, eficiente y no muy costosa. El mercado así lo pide, ya que se prevé que su comercialización crezca a una tasa anual del 2,9% entre 2020 y 2028

- - - - - - -

Irán y Estados Unidos dominan la producción mundial del pistacho. Esto les reporta cuantiosos ingresos económicos. Y esa cuantía es casi la misma que la de residuos que generan, como cáscaras y restos de poda.

Sin embargo, estos desechos podrían ser aprovechados en el desarrollo de materiales sostenibles, como carbones activados o biocombustibles.

¿Qué es el carbón activo? Se trata de un material poroso, ideal para la absorción de contaminantes, ya que los atrae y los retiene en su superficie. Su utilización más habitual es la de purificación de agua y aire.

La producción y uso de carbón activo están estrechamente vinculados a varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ya que ofrecen soluciones tanto para el medio ambiente como para la economía circular, disminuyendo la dependencia de combustibles fósiles.

El carbón activo, además, puede reutilizarse una vez que ha llegado a su capacidad máxima de absorción, un estado conocido como saturación. Y es que, mediante un proceso de reactivación térmica, es posible restaurar sus propiedades y prolongar su uso.

Para su producción se utiliza la activación química y la activación física (alternativa más eficiente y sostenible).

La activación química utiliza tecnologías termoquímicas, con agentes como ácido fosfórico o hidróxido de potasio, que pueden generar subproductos contaminantes.

En la activación física se emplean gases como vapor de agua o dióxido de carbono a altas temperaturas, lo que permite generar una estructura porosa bien definida sin recurrir a productos químicos adicionales. Aunque este proceso requiere más tiempo y temperaturas más elevadas, produce carbones activos más estables y con menor impacto ambiental, ya que no genera residuos tóxicos.

Y este es el gran reto del carbón activo, optimizar los procesos de activación para mejorar el rendimiento y reducir los costes de producción porque, aunque ya se han logrado avances significativos en esta materia, aún queda mucho por hacer y por mejorar.

Pero el mercado parece indicar que está interesado en esos avances y en el carbón activo, ya que se prevé que su comercialización crezca a una tasa anual del 2,9% entre 2020 y 2028, según la Exactitude Cobsultancy, alcanzando un valor estimado de 8,12 mil millones de dólares para el final de este período.

Asia-Pacífico lidera este crecimiento, impulsado por la creciente demanda en países como China, India y otras economías emergentes, donde el aumento de la contaminación ha incrementado la necesidad de soluciones de purificación.

Por lo tanto, el carbón activo puede representar una solución prometedora para hacer la captura de carbono de manera más ecológica y más eficiente, con un impacto ambiental reducido. Sólo queda que su proceso de activación pueda mejorarse.

Si quieres conocer más sobre cómo producir energía a partir de los residuos, puedes leer este post:

El residuo como recurso

Fuentes
https://theconversation.com/residuos-agricolas-como-solucion-verde-cascaras-de-pistacho-almendra-y-nuez-para-capturar-co-240032?utm_source=whatsapp&utm_medium=bylinewhatsappbutton

Se prevé que crezca a una tasa anual del 2,9 % entre 2020 y 2028

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.