A menudo decimos que los ecosistemas son muy sensibles y que cualquier cambio, por muy pequeño que sea, afecta a todo el conjunto.
Si el cambio consiste en la introducción de una especie, bien sea animal, bien sea planta, ello trae consigo una segura desestabilización del equilibrio natural.
Esto ha ocurrido en la isla de Guam, la más grande de las islas Marianas situadas en el Pacífico occidental.
Durante la Segunda Guerra Mundial algunos ejemplares de culebras arbóreas café (Boiga irregularis), llamada también serpiente marrón de árbol, llegaron a la isla ocultas en las bodegas de los barcos norteamericanos.
Desde entonces, han proliferado en ese nuevo hábitat y han acabado con 10 de las 12 especies exóticas de pájaros de Guam. Eso ha provocado un efecto en cascada que ha llenado la isla de insectos y arañas que ya no cuentan con su depredador natural.
Pero ahora la comunidad científica ha puesto el foco sobre la flora, que también se está viendo perjudicada por la expansión de esta serpiente.
Según un estudio que publica la revista Nature, el bosque autóctono de la isla está en peligro puesto que el nacimiento de nuevos árboles podría haber caído hasta un 92%.
Los árboles de la Isla de Guam se reproducen a través de las semillas que los pájaros comen en sus frutos y esparcen después a través de sus excrementos.
Es decir, las serpientes, al comerse las aves, no permiten que éstas propaguen las semillas de los árboles, y ello impide que se regeneren los bosques de la isla.
Tanto el gobierno como varias universidades desde sus departamentos de investigación, están intentando revertir esta situación. Revertir, paliar o controlarla, ya que un miedo que existe es que el problema se pueda extender a otras islas o al propio continente.
Para ello han instalado una amplia red de trampeo que cuenta con distintas trampas y cebos para atrapar a la serpiente.
Además, tanto en el aeropuerto como en puertos de Guam y de islas circundantes se hace un exhaustivo chequeo con perros, se colocan trampas y se somete a cuarentena algunas especies arbóreas que se introducen en la isla, para que no vuelva a ocurrir lo mismo.
Por otro lado, en las bases militares instalada en la isla se realizan capturas manuales nocturnas.
Y, puntualmente, se realizan también alguna acciones de control de plagas biológicas controladas.
Algunas entidades cuentan con recintos donde se realizan salidas nocturnas para capturar las serpientes que se van encontrando. Muchas de ellas son recapturadas lo que permite estudiar el comportamiento de esta especie invasora dentro de la isla: cómo crece, se reproduce, etc.
Como se ve, romper el equilibrio natural de un espacio es sencillo. Lo que no es fácil es borrar o revertir sus consecuencias.
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Árboles en peligro de extinción
Las aves migratorias moldean nuestros bosques
*Fuentes
https://www.nationalgeographic.com.es/edicion-impresa/articulos/mil-sendas-color_20474
https://www.agenciasinc.es/Noticias/Las-serpientes-que-viajaron-en-avion-para-invadir-una-isla
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