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Nueva medida de cálculo de energía

La Cátedra Laboral Kutxa de Divulgación del Conocimiento y Cultura Científica de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha publicado el libro “Perspectiva. El panorama de la energía en perspectiva” con el objetivo de concienciar al alumnado y a visitantes sobre el uso de energías fósiles y otras energías. La obra inventa una nueva medida para calcular la energía que consumimos en nuestro quehacer diario: la cantidad de energía que necesita el humano para vivir un día. Una buena manera para hacer reflexionar sobre el uso y abuso del consumo de energía.

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“Sin energía no sería posible que existiera la vida”. Esta es una de las frases que aparecen escritas en el libro “Ikuspegia. Una visión en perspectiva sobre la energía ” que ha publicado la Cátedra de cultura científica Laboral Kutxa de la UPNA con el objetivo de concienciar sobre la transición energética y la necesidad de reducir el consumo de energías fósiles.

Con ilustraciones de Natalia Zaratiegui, quien además es autora de varios textos junto a los catedráticos Joaquín Sevilla y Mar Rubio Varas, la obra inventa una nueva medida para calcular la energía que consumimos en nuestro quehacer diario: la cantidad de energía que necesita el humano para vivir un día. «En realidad es el equivalente al gasto calórico diario de la protagonista del libro: una mujer de unos 40 años. . El “tiempo de vida humana” TVH en el libro, es una manera de hacer comprensible y unificar cantidades de energía muy diferentes  que van desde lo minúsculo -la energía de una hoja de árbol cayendo- a lo inmenso  -la que produce el sol en un día», explica la coautora Mar Rubio Varas.

Joaquín Sevilla, por su parte, añade que «en el libro se habla de un rango de fenómenos muy extenso, que suponen rangos extremadamente dispares de energía, desde la que emite el sol a la que le cuesta a una luciérnaga lucir. Expresar eso en unidades habituales de energía obliga a usar demasiados ceros (que se suelen poner en notación científica a la que está poco habituada la mayoría de la población). Para resolver este problema se nos ocurrió pasarlas a tiempo. Dado que una persona gasta una cierta cantidad de energía para vivir cada día, ese sería el factor de conversión. Elegimos a la protagonista del libro, una mujer delgada, como patrón, 1800 kcal/día y normalizamos todos los datos a ese valor. Así, el sol en un segundo emite más energía de la que hubiera gastado nuestra protagonista viviendo desde el big bang hasta hoy, mientras que con un segundo de su vida, la luciérnaga luce medio año».

También podemos comprobar que, mientras el uso de 2 minutos para calentarnos el té en el microondas supone 23 minutos de energía de vida humana, el uso del lavavajillas supone un día y el hacer 10 kilómetros en coche, 2,25 días.

Pero antes de entrar en detalle, el libro hace un breve resumen del concepto de energía que se ha tenido durante los últimos años y de cuáles han sido sus usos.

Y es que todo es energía: desde la que nos proporcionan los alimentos hasta la que nos aporta un cable de alta tensión.

Pero los humanos hemos aprendido a utilizar otras clases de energía diferentes a la que nos llegan de los alimentos.

Con la utilización de la energía fósil nuestro mundo ha cambiado totalmente. Nuestros hábitos, nuestros hogares y nuestro modo de relacionarnos con el medio ambiente, la naturaleza y entre nosotros simplemente son diferentes.

Gracias a las energías fósiles nos movemos más rápido. Y nuestro ritmo, en general, se ha acelerado más. La vida se nos ha llenado de cosas sin darnos cuenta. Muchas de esas cosas necesitan energía para funcionar. La población del mundo ha aumentado y ahora vivimos más tiempo. Hay más ciudades y el mundo está conectado.

Todo esto ha provocado que en poco tiempo hayamos consumido la misma cantidad de energía que la que han acumulado animales y plantas a lo largo de millones de años. Además, al quemar esa energía hemos producido unos gases que son los responsables del calentamiento global.

Y es que no hay acción que no tenga impacto.

Y ahora llega el momento de reflexionar, de pensar en qué queremos emplear la energía, de descubrir nuevas fuentes de energía (por ejemplo, el reciclaje de la materia orgánica)

Y justamente en estas cuestiones es donde se detienen las últimas páginas del libro. Páginas que, sin palabras, lo dicen todo: tareas cotidianas que exigen energía, beber debajo de un manzano bebidas artificiales con sabor a manzana, desperdicio alimenticio, residuos, producción a gran escala, consumismo insostenible…

En definitiva, este libro, que se puede adquirir en la tienda digital de la UPNA y en la página web del proyecto, nos hace pensar.

Pero no sólo a través de esta obra, ya que este libro se enmarca dentro del programa “Ikuspegia”, una iniciativa que se desarrolla cada dos años y que pretende unir arte y ciencia. La de 2024 es la tercera edición y, además de esta publicación, desde el 7 de septiembre se llevará a cabo una exposición de los dibujos y los textos que lo componen.

Además, el 25 de septiembre, en el marco de la noche europea de los y las investigadores, se desarrollarán habrá en el Molino San Andrés de Villava una serie de actividades relacionadas con la energía y con este libro: visita guiada a la presa de Dorraburu para comprobar cómo se aprovechaba la fuerza del agua y charlas. Mar Rubio y Joaquín Sevilla, autores de los textos de este libro, serán los encargados de las dos ponencias de divulgación científica sobre energía que terminará con un intercambio de impresiones con los y las presentes.

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