En post anteriores hablábamos sobre la importancia que tienen algunos insectos para la polinización (leer aquí). Y en este hablaremos de las mariposas, porque forman parte indiscutible de ese grupo.
Sabido es que los insectos son el grupo de especies más numeroso que existe en la naturaleza. Si los coleópteros y los himenópteros son los subgrupos con mayor cantidad de especies de toda la Biodiversidad dentro de la gran familia de los insectos, las mariposas ocupan el tercer lugar.
Esto las convierte en un elemento muy importante en las cadenas tróficas ya que resultan fundamentales en la alimentación de muchas especies de aves, murciélagos y mamíferos insectívoros, además de resultar de gran ayuda en el control natural de plagas. Así, muchas plantas, predadores y parásitos dependen estrictamente de especies o grupos concretos de mariposas y, por eso, son excelentes indicadoras de la calidad ambiental.
La comunidad científica, por ejemplo, utiliza las mariposas como organismos modelo para estudiar el impacto de la pérdida o fragmentación del hábitat, así como el cambio climático actual.
Pero esto no es nada nuevo, ya que durante siglos han estado consideradas como un grupo de organismos «modelo” para investigar en el área de la biología, navegación, embriología, evolución, genética, dinámica de poblaciones, conservación de la naturaleza, medicina, etc.
Sin embargo, en la actualidad, debido principalmente a alteraciones producidas por la actividad humana, la cantidad de mariposas está disminuyendo a nivel mundial. Por ejemplo, se ha podido constatar que las especies propias de pradera han descendido en Europa un 30% entre 1990 y 2011.
Este hecho ha provocado que varias entidades y colectivos se vuelquen en la conservación de este polinizador desarrollando proyectos como el “Oasis de Mariposas”. ZERYNTHIA, una agrupación tanto de profesionales como de no profesionales de la entomología, es la propulsora de esta iniciativa. “Nos esforzamos por crear una conciencia social que permita conservar y valorar a estos valiosos y bellos animales, fundamentales para el correcto funcionamiento de los ecosistemas”, explican sus responsables.
Para ello invita tanto a personas particulares como a entidades públicas, comunidades educativas o empresas a plantar plantas favorecedoras para las mariposas y otros insectos polinizadores y contribuir así a la mejora de los espacios verdes.
“Oasis de Mariposas es un proyecto muy sencillo, al que se puede unir cualquier persona interesada que disponga de un pequeño (o gran) terreno en el que colocar las plantas más adecuadas para mariposas y otros polinizadores. Hay muchos ejemplos de plantas que se pueden instalar, como romero, rúcula, tomillo, malvas, ortigas, coles, ruda, hinojo, etc. La ruda es una buena planta para atraer a la Papilio machaon, por ejemplo, y que coloque ahí sus huevos. De este modo, se pueden ir observando, no solo a los adultos sino todo el ciclo biológico de esta mariposa (huevo, oruga, crisálida y adulto). Y las lavandas atraen a muchos adultos que vienen a libar, como por ejemplo las vanesas o la esfinge colibrí.
En realidad, para los adultos es adecuada cualquier planta con flor, sobre todo las más aromáticas. Procurando siempre que sean especies autóctonas. Tomillo, hinojo, orégano… “
Y parece que su propuesta tiene buena acogida, porque son ya muchos los puntos donde se han instalado estos oasis, y muchos más los que quedan por sumarse.
El proyecto, además, fomenta la participación ciudadana, ya que se ve reflejado en la aplicación iNaturalist que sirve para identificar especies de flora y fauna de una manera colectiva.
Y para que la experiencia y el acercamiento a las mariposas sea total, este colectivo también organiza charlas y talleres para conocer en profundidad a este insecto tan bello y sorprendente.
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