Se espera que para recuperar el buen estado de los acuíferos tendría que pasar una década o más. Aunque para recuperar el 8% de las masas que presentan un estado crítico se estipula que, por lo menos, tendrá que llegar 2039 o más.
Lo que lo que está en juego es nuestra agua de boca en tiempo de una grave crisis y emergencia climática en la que cada vez hay más sequía y menos recursos hídricos. ¿De verdad nos la vamos a jugar?