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Un hotel de insectos de récord en tierras escocesas

Highland Titles, una reserva natural escocesa, ha entrado en el libro Guiness de los récords, al presentar el hotel de insectos más grande del mundo, de 199,9 metros cúbicos. La estructura desbancaba así a la Asociación Polaca de Desarrolladores en Varsovia, Polonia, cuyo hotel tenía una capacidad de 89,37 metros cúbicos. Según los responsables, además de incidir sobre el mensaje ambiental de conservación, la estructura puede alentar al público a visitar la reserva. "Cuantos más visitantes tengamos, más gente podrá ver el trabajo que estamos haciendo".

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En un post anterior (leer aquí) os presentábamos una curiosa iniciativa escocesa para recuperar un espacio natural. Se trataba de Highland Titles, una reserva medioambiental ubicada en las Tierras Altas de Escocia, que buscaba alcanzar equilibrios ecológicos en una zona muy castigada por la actividad humana. Su labor se centraba en recuperar especies autóctonas vegetales al tiempo que intentaba generar hábitats para los animales de la reserva.

HightLand Titles
HightLand Titles

En este intento, el pasado 28 de marzo esta empresa de conservación entró en el libro Guiness de los récords, al presentar el hotel de insectos más grande del mundo, de 199,9 metros cúbicos. La estructura desbancaba así a la Asociación Polaca de Desarrolladores en Varsovia, Polonia, cuyo hotel tenía una capacidad de 89,37 metros cúbicos.

El hotel de insectos escocés está construido con abeto sitka, talado en la propia reserva natural de Highland Titles. Además de esta madera, en su confección también se han empleado ladrillos de mampostería, cañas de bambú, astillas de madera, corteza de bosque, semillas de flores silvestres, tubos de arcilla y redes de fresas.

“Esta iniciativa sin precedentes tiene que ver con el mensaje ambiental”, dice Douglas Wilson, director ejecutivo de Highland Titles. “Compramos esta tierra en 2006 cuando era una plantación forestal comercial de bajo rendimiento de pícea de Sitka no autóctona que, como gran parte de las Tierras Altas, se plantó de manera inapropiada a fines de la década de 1980, sin pensar ni considerar la biodiversidad. Usar estos mismos árboles para algo que pone a la naturaleza en primer lugar simboliza que el mundo está cambiando”.

Efectivamente, antes del 2007, lo que ahora es una reserva natural de cien hectáreas, fue tierra de cultivo, que después se convirtió en pasto de ganado para, finalmente, servir de explotación maderera. En ella se plantaron muchas especies foráneas, baratas y de rápido crecimiento que, además de repercutir negativamente sobre la flora endémica hasta hacerla casi desaparecer, también lo hizo sobre la fauna.

De hecho, eso es lo que impulsó a Peter Bevis, botánico de formación, a adquirir aquel terreno y a pensar en cómo recuperarlo. “Fui consciente de que el 98% de la masa forestal de este rincón de las Tierras Altas de Escocia, las Highlands, había sido talada y que solo quedaban pequeñas manchas aisladas del bosque autóctono. Por eso pensé en qué se podía hacer para cambiar esta realidad”.

La construcción de este hotel de insectos comenzó en septiembre de 2021 y se completó a principios de marzo de 2022. El administrador de la reserva natural, Stewart Borland participó en su instalación, junto a siete personas más. Ahora observa la obra y además del mensaje ambiental, espera que aliente a las personas a visitar la reserva. «Cuantos más visitantes tengamos, más gente podrá ver el trabajo que estamos haciendo».

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