En Pamplona los autobuses urbanos se llaman villavesas porque hace casi 100 años La Villavesa S.A. fue la primera empresa en gestionar el transporte colectivo de Pamplona.
Después de muchos dimes y diretes, en 1999, hace 25 años, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona se hizo cargo del servicio del Transporte Urbano Comarcal.
Un servicio que ha cambiado mucho en este tiempo, pero que conserva su esencia gracias al nombre que las gentes de Pamplona y su Comarca le dan a su autobús urbano y que recuerda los orígenes de esta historia de movilidad.
La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y TCC Pamplona, en colaboración con la ONG navarra ‘Ayuda contenedores’, donan un autobús para mejorar el servicio de transporte escolar del municipio de Santo Domingo en Cabo Verde.
Gracias a esta donación, los estudiantes viajarán con seguridad y comodidad.
El biblioburro en Colombia, el biblioelefante en Tailandia, las bibliobicicletas, las biblionetas y los bibliobuses. Todos son ejemplos de una gestión eficaz de un medio de transporte que hace llegar la cultura y la lectura a poblaciones aisladas y a zonas con un claro despoblamiento. Un viaje que llega a muchas personas y que evita que, de manera individual, muchas personas tengan que hacer un viaje.
La compañía de teatro “Pasadas las 4” lleva años estacionando un autobús de transporte urbano en el patio de los centros educativos de la Comarca de Pamplona. Allí, de manera informal y lúdica, Berta, una azafata amable y divertida, plantea situaciones que propician que el alumnado se cuestione comportamientos negativos, a veces demasiado normalizados, que reflexione sobre normas cívicas y de convivencia y que interiorice dinámicas respetuosas con la persona conductora, con el resto de pasajeros y pasajeras, y por supuesto, con la naturaleza. “Lo que hacemos es recordar buenas prácticas de convivencia y los beneficios que tiene para el medio ambiente utilizar, asiduamente, el transporte público”.
Un proyecto de cooperación transfronteriza con el objetivo de fomentar la movilidad en bicicleta en zonas rurales y de montaña. Una red de rutas cicladas que conecten localidades rurales con el eje vertebrador, la EuroVelo 3. La conectividad sostenible entre localidades para mantener la unión entre el ámbito rural y el urbano. Todo es Bicimugi, un proyecto que en este momento está captando personas voluntarias para pasear en triciclo-bicicleta eléctrica adaptada a personas mayores o con movilidad reducida.
La movilidad en las zonas rurales no es la misma que en las grandes ciudades. La mayoría de las veces se reduce a la utilización del coche privado, ya que el autobús a menudo tiene horarios y recorridos escasos. Los metros y tranvías no llegan. Apenas hay taxis. Y, sin embargo, la necesidad de movilidad inmediata existe tanto en el pequeño pueblo como en la gran urbe. ¿Cuál es la solución?
Patxi Miranda ha creado Kudea >Go!, una plataforma de movilidad colaborativa para localidades o comarcas del medio rural
En 1999 surgió la idea de dedicar una semana a la movilidad con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía y a la clase política sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad. Desde entonces, año tras año, los municipios europeos presentan las medidas que están tomando para promover la movilidad activa y el uso y promoción de medios de transporte que generan bajas o ninguna emisión a la atmósfera.
Francia ha decidido prohibir los vuelos de corta distancia a través de un proyecto de ley que prohíbe los vuelos regionales que puedan ser sustituidos por un viaje en tren de menos de dos horas y media. Varias voces expertas afirman que este no es el mejor momento para limitar los vuelos, mientras el sector ecologista considera que la medida es insuficiente. ¿Será posible encontrar en algún punto el equilibrio entre la salud del planeta y la de la economía?
Suecia y su «Ciudad de un minuto»; la “Jardinería de guerrilla» de los Ángeles; la «Ciudad de 15 minutos» de París; las supermanzanas de Barcelona y Vitoria… Todas estas iniciativas responden a los esfuerzos por reconquistar los espacios urbanos, arrebatándoselos al tráfico y ofreciéndolos a la ciudadanía.
“Circular en bicicleta en Madrid sea una actividad de riesgo que requiere destreza y mucha atención”. Son palabras de Pedalibre, una asociación fundada en 1982 que cuenta con alrededor de 300 socios y socias y que trabaja por normalizar el uso de la bicicleta en la ciudad despejando dudas prácticas, técnicas y legales, a través de cursillos; reparar y poner a punto el vehículo de dos ruedas en el taller del barrio de La Guindalera; y fomentar el cicloturismo en ciudad.