El mundo del diseño está viviendo una revolución. Profesionales de la moda, de la arquitectura o del interiorismo están buscando nuevos materiales para confeccionar sus creaciones; unos materiales sostenibles que responden a las premisas de la economía circular y que nos permiten reconciliarnos con el medioambiente.

Si antes de la pandemia ya era considerable el aumento de la concienciación para con el medioambiente, la Covid-19 y sus consecuencias la han reforzado, posiblemente porque ha evidenciado que nuestra salud depende de la salud del planeta. Puede que esa sea la razón por la que la influencia de activistas medioambientales, también haya aumentado.

Hasta hace sólo 60 años la etnia ecuatoriana waorani no tenía ninguna relación con el mundo exterior y ahora, sin embargo, se ve amenazada por la industria petrolera. Nemonte Nenquimo ha sido testigo de este cambio y de sus efectos. La defensa de su vida en la Amazonia, el pulmón verde del planeta, le ha hecho merecedora de uno de los premios de la Fundación Goldman

Las reglas del juego han cambiado. El actual contexto está sacando a la luz las carencias del modelo industrial respecto a las posibilidades de participación y motivación de las personas. La educación, la economía, el activismo, la política, la empresa están en pleno proceso de cambio hacia modelos más participativos y centrados en las personas y sus motivaciones. y en ese nuevo escenario el juego cobra un papel importante.

Este año 2020 ha hecho que lo que antes era válido, de la noche a la mañana dejara de serlo. Los nuevos escenarios han obligado a reinventar los modelos educativos. Las estrategias lúdicas utilizadas de manera continuada para hacer atractivos los contenidos han ido cobrando protagonismo y haciéndose un hueco. Ahora, sin embargo, llega el momento de reflexionar acerca de la aplicación de técnicas y dinámicas de juego en los procesos de aprendizaje y educación.

Cuando jugamos, vivimos el presente, abrazamos la incerteza, abordamos las situaciones como retos y desafíos, y además disfrutamos. Por eso es tan útil jugar, porque ese aprendizaje lo podemos extrapolar después al ámbito laboral, familiar, personal… Esther Hierro es una experta en el tratamiento de la actitud lúdica, en el play-thinking. Ella nos explica por qué el juego es necesario, especialmente en realidades paralelas como la que estamos viviendo, y cómo crear entornos donde merezca la pena estar

El shinrin-yoku (baño de bosque en japonés) es una práctica que consiste en pasear por el bosque de una forma meditativa y pausada. El concepto está inspirado en el sintoísmo y en el budismo, que veneran los espíritus de la naturaleza y por lo tanto consideran los bosques como el reino de lo divino. En los tiempos que corren, parece que esa necesidad de conectar con la naturaleza se agudiza.

Desde que en 1989 surgiera Gus Marionetas Susana Pellicer y Fernando Arregui han convertido su teatro de títeres en una herramienta de sensibilización y de transmisión de mensajes. El cuidado del medioambiente es uno de sus temas más recurrentes porque, tal y como explica Fernando, “la situación nos indica que no vamos por buen camino”. Desde el escenario y desde los talleres de reciclaje Gus Marionetas intenta transmitir el mensaje de que “el Teatro es algo vivo, que respira con las creaciones de los artistas y la mirada de los espectadores. Algo parecido ocurre con el medio ambiente”.