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Green-influencers o el intento de influir para hacer un mundo mejor

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El Boletín de Científicos Atómicos* sitúa su “reloj del Apocalipsis” a 100 segundos de la medianoche. Ya en 2018 se había situado este reloj a dos minutos del fin del día, pero ahora es la primera vez en su historia que marca el final antes de los dos minutos.

Según esta publicación académica, la humanidad se enfrenta a dos grandes amenazas: la guerra nuclear y el cambio climático.

La presidenta del Boletín, Rachel Bronson, ha pedido a los líderes mundiales que actúen y atiendan a las palabras de Greta Thunberg: «¿Cómo os atrevéis?«

No es el único colectivo que ha alzado la voz. Si antes de la pandemia ya era considerable el aumento de la concienciación para con el medioambiente, la Covid-19 y sus consecuencias la han reforzado, posiblemente porque ha evidenciado que nuestra salud depende de la salud del planeta, tal y como ya explicábamos en este anterior post.

Puede que esa sea la razón por la que la influencia de Green-influencers, o activistas medioambientales, también haya aumentado.

Quien más quien menos tiene la experiencia de tener un niño o niña de edad escolar en casa que nos enciende los colores si no reciclamos los residuos, tal y como le han enseñado en el cole. En general, esa es la primera relación que se tiene con green-influencers, aunque no seamos conscientes de ello.

Y es que de green-influencers está lleno el mundo. De hecho, cada persona podemos serlo. Según Cesare Manglioni, activista que hace pedagogía a través de documentales como Hondar 2050 (seleccionado para el Greenpeace International Film Festival de 2020 como el único documental que existe sobre el problema de la basura marina en las costas vascas y en el Cantábrico) o La Plastikería,“todos somos opinadores y tenemos la capacidad de enseñar o convencer” (post del 30/06/2020) . Este experto asegura que nuestras actitudes o ejemplos prácticos son la mejor enseñanza que podemos dar a quienes nos rodean. Y esto no depende de las leyes, sino de la concienciación social.

Esta conciencia está provocando la proliferación de jóvenes que alzan la voz, como Greta Thunberg, y la utilización de canales como YouTube y otras redes para aportar opinión o conocimientos sobre el medioambiente.

Tal y como descubrimos en la entrevista realizada a @2ndfunniestthing,  perfiles como @sinplastico, @planteaenverde, @esturirafi, @nomedalomismo o @loquemaspuedo, dedican horas y horas en las redes sociales a plantearnos alternativas al plástico, una vida eco, sin basura, toma de decisiones conscientes o viajar sosteniblemente, entre otras temáticas. 

Además, es fácil encontrar en redes retos como el que propone el movimiento sueco ‘Köpskam’ (traducido significa tener vergüenza de comprar) que pone el foco en comprar constantemente ropa e invita a lo contrario.

También el británico ‘No-Buy Year’ (‘No compres en un año’), que reta a sus fans a no comprar nada de ropa durante un año y a reflexionar a la hora de adquirir algo nuevo, porque, seguramente, todo cuanto necesitamos ya está en nuestro armario.

Relacionado con esto encontramos el reto “100 Days Dress Challenge”, que consiste en usar el mismo vestido durante 100 días y no caer en la tentación de estrenar prendas nuevas.

No todos los retos están relacionados con el sector textil. Proveg International, por ejemplo, promovió durante la semana del 15 al 21 de junio de 2020 la Semana sin Carne a nivel mundial, para conseguir que descendieran las emisiones de CO2 provocadas por las grandes explotaciones de ganadería.

La movilidad también tiene su hueco entre los retos, como el organizado por el colectivo Ciclosfera con su #30díasenbici. Un mes entero para desplazarse en bicicleta y, de paso, velar por la calidad del aire de las ciudades.

Existen muchísimos retos más. Como también existen apps “sostenibles”, que luchan contra el desperdicio alimentario (to good, to go) o para geolocalizar la basura y tener información de dónde se genera (Litterati).

Todos estos son intentos de gente concienciada que no sólo se limita a actuar, sino a inculcar a los de su alrededor una forma de hacer y de pensar que contribuya a crear, entre todos, un mundo mejor.

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*El Boletín de Científicos Atómicos es una publicación académica fundada por varios científicos en 1945, poco después del bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki por parte de Estados Unidos. Su objetivo de entonces y de ahora es pedir a la comunidad científica que informe al público del peligro que supone la amenaza nuclear, además de otras amenazas que ponen en peligro la supervivencia del ser humano como especie. Para ilustrar esa amenaza, se valen  del ‘Reloj del Apocalipsis’. En este simbólico reloj, el tiempo que queda hasta la medianoche representa el peligro existencial al que nos enfrentamos por nuestra propia acción (o inacción).

En la junta directiva actual del Boletín de Científicos Atómicos hay 13 premios Nobel.

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