RECIDA está formada por más de 150 centros de documentación, centros de investigación, organismos públicos y bibliotecas de medio ambiente y espacios naturales protegidos de las 17 Comunidades Autónomas y de la ciudad de Ceuta. Y su objetivo es optimizar recursos y potenciar el intercambio de información en el sector ambiental, así como facilitar el acceso a la información y documentación ambiental.

Últimamente hemos podido comprobar que en los medios de comunicación cada vez se trata más frecuentemente y de manera totalmente trasversal las informaciones de índole medioambiental. ¿Responde esto a una moda o a una nueva manera de entender la comunicación?

Tradicionalmente, la industria relojera siempre ha recurrido a materiales altamente contaminantes como el cuero, el titanio o el mercurio. Y lo mismo ha ocurrido con la industria joyera, que ha utilizado materias primas con un alto coste medioambiental y humano. Sin embargo, la clientela actual está mejor informada y más sensibilizada, por lo que exige acciones concretas en lo relativo a la sostenibilidad en el proceso de fabricación de estos productos.

A menudo, la naturaleza sirve de inspiración. Y buena muestra de ello es el algoritmo de las abejas artificiales, que utiliza la capacidad de las abejas para comunicarse entre sí y buscar fuentes de alimento eficientemente. Su aplicación se extiende a diferentes ámbitos como la informática, la biología, etc. y se centra en encontrar la mejor solución posible en un espacio de búsqueda muy amplio y complejo.

El cambio climático es el problema más grave al que se ha enfrentado nunca la humanidad. Iniciativas de ciencia comprometida y movilizadora pueden resultar muy útiles, ya que movilizan a la ciudadanía basándose en certezas. Las acciones que se derivan de ellas están abaladas por estudios científicos y pueden tener impacto y resultados.

Extinction Rebellion

Comunicar sobre el cambio climático no es fácil. Ni hay que fomentar ecoansiedad en la ciudadanía, que puede llevar al inmovilismo; ni hay que insistir en la misma temática ni en los mismos recursos visuales, porque eso contribuye a que la gravedad y la importancia del fenómeno queden diluidas.
Un estudio realizado por el Grupo de Investigación sobre Comunicación de la Ciencia de la Universidad de Navarra ahonda en la comunicación del cambio climático en las redes sociales a través de imágenes. Rostros, historias y cercanía parecen ser las claves.

The Good Goal es una app cuyo objetivo es luchar contra el Cambio Climático impulsando la implicación de las personas y las empresas, ayudándoles a mejorar sus hábitos presentes y futuros y a conocer el impacto real de sus acciones a través de información fiable. Desde que se lanzara en julio de 2021 ha obtenido ya 80.000 descargas. Ahora, sus creadoras, quieren extender su uso al ámbito empresarial, “para crear una cultura organizacional comprometida con el medio ambiente y el bienestar de empleados y empleadas”.

Julio Díaz y Cristina Linares son profesionales de investigación científica y de divulgación. Consideran que la divulgación, a cualquier nivel, y aunque exija un esfuerzo añadido de “traducción”, es imprescindible para concienciar y sensibilizar. Y para ello utilizan todas las herramientas que encuentran a su alcance. Incluso una cuenta de twitter que ya cuenta con más de 7.200 seguidores.

Peli, palomitas, colegas y vídeos de TikTok. Entre tanto, un poco de concienciación ambiental. Esto es lo que ofrece el programa #palomitasTikTok del Ayuntamiento de Pamplona en el que la red social se convierte en herramienta educativa y de divulgación.

Cables que recorren tallos de plantas, elementos artificiales insertados en la base natural de las plantas, monitorización constante de las condiciones medioambientales… Todo esto ya no forma parte de la ciencia ficción sino de la realidad que nos rodea. Hablamos de los jardines ciborg.