Reducir la velocidad y la cantidad de coches privados en las ciudades, además del ruido, es un objetivo estratégico para regenerar el entorno urbano, disminuir la contaminación y reducir los accidentes de tráfico. Este enfoque busca también humanizar la ciudad, devolviendo el protagonismo a peatones y ciclistas y creando espacios más amables y habitables. Lo llamamos “Pacificación del tráfico”.
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- La pacificación del tráfico consiste en implementar medidas que desincentivan el uso excesivo del coche y moderan la velocidad de circulación en entornos urbanos, y tienen como metas principales:
- • Mejorar la seguridad vial, reduciendo el número y la gravedad de los accidentes.
• Disminuir la contaminación del aire y acústica, creando espacios más saludables.
• Fomentar el uso de transportes sostenibles, como la bicicleta, el transporte público y los desplazamientos a pie.
• Recuperar espacio público para zonas verdes, parques y actividades sociales.
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En Pamplona, durante la primera legislatura del actual alcalde, Joseba Asirón, se comenzó a implantar lo que pasó a llamarse “Amabilización de la ciudad”. Para ello se ensancharon aceras donde se colocó mobiliario urbano para transeúntes, se peatonalizaron o se restringió el acceso a algunas calles, etc.
Cerca, en Bilbao, en septiembre de 2020, se estableció, en el 87 % de las calles del municipio la “Bilbao 30”, un límite de velocidad de 30 km/h. La medida, que convirtió a la ciudad en la primera europea de más de 300.000 habitantes en implantarla, logró mejoras en la calidad del aire y una reducción del 10% de accidentes.
En Barcelona, por su parte, el Ayuntamiento aplicó el límite de 30 km/h en calles secundarias desde marzo de 2020, y en muchas vías principales durante 2020 2021, extendiendo la medida a más del 50–70 % del viario urbano. Se desarrolló el concepto de “supermanzanas” o superilles, áreas donde se priorizaba a peatones y bicicletas.
Al otro lado de los Pirineos, en París, en 2021 se implantó una limitación general a 30 km/h en la mayoría de las calles, junto con la expansión de carriles bici. Todo ello se complementó con la peatonalización de áreas emblemáticas y creación de zonas verdes.
Y en Oslo se eliminaron progresivamente plazas de aparcamiento en el centro y se restringió la entrada de coches particulares, convirtiéndose en una de las ciudades más amigables para peatones y ciclistas.
Estos son algunos de los ejemplos de la pacificación del tráfico, pero no los únicos, ya que las ciudades europeas cada vez miran más hacia el bienestar de las personas y apuestan por este modelo que reduce los accidentes de tráfico graves, mejora de la calidad del aire, reduce el ruido, recupera el espacio público para peatones, terrazas y parques e impulsa el comercio local y el turismo sostenible.
Pero, sobre todo, crea ciudades más amables y en las que las personas comenzamos a convencernos de que la movilidad puede ser diferente a la que hemos conocido hasta el momento.
Si quieres saber más sobre movilidad sostenible:
En busca de la ciudad amigable
Bicimugi: movilidad entre el ámbito rural y el urbano
Kudea>Go!, movilidad colaborativa rural
Fuentes
• El País: Bilbao limita a 30 km/h la velocidad máxima en todas sus calles
• BBC: París reduce a 30 km/h la velocidad en casi todas sus calles
• The Guardian: Cómo Oslo eliminó plazas de aparcamiento y redujo coches en el centro
• Ajuntament de Barcelona: Proyecto Superilles
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