Hasta ahora, desde octubre hasta mayo se acumulaba el máximo de agua posible en el embalse de Eugi para después atender a la demanda estival de la Comarca de Pamplona, la mayor del año. Pero el cambio climático está provocando que la distribución de las lluvias a lo largo del año esté variando y que, por eso, nos enfrentemos a un futuro incierto que exige nuevos controles y medidas.

Controles y analíticas semanales, estrecho seguimiento de la presencia de algas en el agua, análisis diarios del agua prepotable y medidas de la temperatura. El embalse de Eugi está en constante observación y estudio para garantizar la calidad del agua suministrada a la Comarca de Pamplona.

El 1 de junio de 2016 un equipo de especialistas de la Universidad de La Coruña sumergió un vehículo subacuático en las aguas de Eugi para realizar una cartografía batimétrica (relieve de la superficie subacuática), cálculos morfométricos (tamaño y forma del embalse) y obtener otros datos. Gracias a aquel estudio hoy sabemos las dimensiones reales del embalse y que, desde su creación, la capacidad de almacenamiento no ha disminuido

Desde que en 1971 se pusiera en funcionamiento y en 1973 se inaugurara oficialmente, el embalse de Eugi da de beber a Pamplona y a la Comarca a lo largo de todo el año. Por eso están prohibidas la navegación (con y sin motor), los baños y la pesca. Su volumen de agua depende principalmente de las precipitaciones y el control de calidad que se realiza es exhaustivo. Tiene interés faunístico y turístico.

La construcción del Embalse de Eugi y su entrada en funcionamiento en 1971 fue determinante para el desarrollo demográfico, urbano e industrial de Pamplona y Comarca. Hoy por hoy, proporciona más del 40% del agua que se consume en la Comarca de Pamplona.