Ser noble de Italia, en el sentido más literal de la palabra, y en pleno siglo XXI, es posible. A través del Principato di Valbocosa, por 36 € se puede gozar de este nuevo estatus, a la vez que se apuesta por una buena causa como es la conservación del medio ambiente.

La idea, aunque no nueva, ya que está basada en los populares títulos escoceses (leer aquí), es la primera en ofrecer Títulos Simbólicos en Italia.

La iniciativa de la Asociación Principato Di Valboscosa, nació casi por casualidad en 2019, tras un viaje a los Prealpes de Biella. Después de haber registrado la marca Blasone Principe Di Valboscosa en la Oficina de Marcas y Patentes de Italia, la asociación comenzó a comprar en 2021 una extensión cada vez mayor de terrenos boscosos y viñedos en el municipio de Mezzana Mortigliengo y en las aldeas cercanas, donde llevar a cabo un proyecto de recuperación ambiental, contra la desertificación, la recuperación y mantenimiento del patrimonio forestal italiano y la protección de la vida silvestre. Este proyecto preveía la limpieza y restauración inmediata de los caminos que conducen a la finca de Montaldo (parte del principado de nueva creación).

¿Y con qué fin? Con el de recuperar y conservar el Piamonte, una de las 4 regiones italianas con mayor riesgo de desertificación, según un ranking realizado por el Sole 24 Ore, entre las que también se encuentran la Lombardía, Emilia-Romaña y Umbría.

Así, el Principato di Valboscosa juega con la etimología de la palabra noble para dar énfasis a la “nobleza” de su objetivo y otorga a las personas que apadrinan una micro parcela el título simbólico de Dama, Caballero, Barón o Baronesa, Conde o Condesa.

Hoy el nuevo parque creado ocupa 32.000m² de bosque de los cuales 1.460m² son viñedos; un edificio de 77m 11.950m², de los cuales más de 6.020 son de viñedos; y una finca en Mezzana Mortigliengo de 210m². En total 49.000 m² repletos de flora y fauna que hay que cuidar. «Próximamente se plantarán nuevos algarrobos, fresnos, manzanos y perales silvestres y avellanos», explica Carlo Cozetto, fundador de la Asociación.

“Muchos de los árboles de la finca llevan más de 20 años plantados y tras la muerte del propietario del terreno, hace 23 años, se han quedado solos, por lo que necesitan un mantenimiento continuo para su sano crecimiento. Cada árbol debe tener su propio espacio limpio para un crecimiento saludable. Se cortarán las ramas muertas y se requerirán visitas para verificar que los insectos y plantas parásitas y el cambio climático no pongan en peligro la vida del árbol o comprometan su crecimiento y desarrollo”.

Del mismo modo, se prevé la creación de una zona destinada a la polinización de las abejas para reequilibrar el medio ambiente explotado en el pasado y luego abandonado. De hecho, en septiembre de 2022, una vez realizados todos los trámites burocráticos impuestos por la ley, y con el asesoramiento de ingenieros agrónomos locales, parte de la propiedad pasó de ser un terreno de monte bajo a convertirse en plantaciones para miel.

El objetivo es ayudar a los apicultores locales, a quienes se les permitirá colocar sus colmenas en las áreas creadas, además de facilitar la polinización del terreno. “Los polinizadores permitirán que las flores y plantas puedan polinizarse periódicamente. Además, atraerán nueva vida silvestre y aves”.

También se han instalado Hoteles de Insectos, realizados con materiales biológicos y eco sostenibles, para atraer a los insectos, “verdaderos trabajadores de la vida salvaje”.

Y por último, entre los proyectos más ambiciosos está el de reservar áreas de protección completas dentro de la finca Valboscosa para proteger la fauna más amenazada, como Erizos y Tejones.

Pero no son los únicos, ya que el proyecto global crece y nos reserva muchas sorpresas cara al futuro. Estaremos expectantes.