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El 8 de junio, coincidiendo con el Día Mundial de los Océanos, la National Geographic Society reconoció oficialmente la existencia del océano Austral alrededor de la Antártida, un océano que no está delimitado por ningún continente, sino por una corriente. Voces expertas afirman que este reconocimiento es sumamente importante porque pone el foco de atención en un entorno natural que ejerce un impacto ambiental directo en todo el planeta.

¿Sabes que anualmente el embalse de Eugi se desembalsa parcialmente? El objetivo es eliminar materia orgánica y metales (hierro y fundamentalmente manganeso) del fondo para mejorar la calidad del agua que llegará después a los hogares.
Este no es el único control que se hace de las aguas de este embalse.

Jóvenes del Grado Profesional Básico de Auxiliar en operaciones de limpieza de edificios y locales de la Escuela de educadores de Pamplona son conscientes de que su futuro profesional estará muy ligado al agua. Quizá por eso están muy comprometidos con su buen uso. Ahora, ese compromiso lo han querido extender a todo el alumnado del centro a través de unos carteles y unas presentaciones que incluyen lemas tan directos como “Deja los malos rollos aquí. tu inodoro no es una papelera” o “El agua que tires hoy es la que vas a necesitar mañana”.

Tradicionalmente siempre se ha hablado del entorno marino como el mundo silencioso, donde no hay estruendos y donde las especies viven y se mueven sin emitir sonidos. Pero sabemos que eso no es cierto.
La contaminación acústica en nuestros océanos está afectando a las especies que en ellos habitan y su impacto tiene consecuencias desastrosas porque en los océanos, donde a duras penas llega la luz, el sonido es el que garantiza la vida.

Que el agua es fundamental para nuestra vida nos lo han enseñado desde la escuela. Pero que el agua tiene un significado diferente para cada persona dependiendo de su origen, edad, actividad o vivencias es algo que descubrimos diariamente.
El agua nos habla de historia, de costumbres, de vida.

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A lo largo de su historia Holanda ha demostrado que es posible mantener un equilibrio entre el mar y la tierra. Pero ahora un gran peligro se cierne sobre sus paisajes bucólicos: el cambio climático. Por eso, ha comenzado a tomar medidas. Y es que el territorio que hasta ahora ha sido el paradigma de cómo ganar tierra al mar, no quiere convertirse en recuerdo de cómo las aguas engulleron su terreno.

Sandra Uve es una ilustradora, escritora y divulgadora científica que acaba de inaugurar su exposición «¿Cómo se atreven?» En ella recopila 26 breves biografías de biólogas, investigadoras y activistas medioambientales. Con motivo del Día de la Mujer nos subraya el trabajo de 5 oceanógrafas y biólogas del mar que han hecho del agua su medio de vida y que nos advierten del peligro que corre el ser humano como especie si no cambia de mentalidad frente al medioambiente.

Imagen de Simon en Pixabay

China anunció en diciembre de manera oficial que iba a extender un sistema de control meteorológico al 60% de su territorio. ¿Será posible que esto no repercuta en el resto del mundo? Los países vecinos se muestran inquietos, porque quien pueda controlar cuándo llueve en su territorio, puede también impedir que llueva en el de al lado… La polémica está servida y el recelo extendido. Por eso, algunos países han comenzado a plantear la necesidad de una regulación, a nivel mundial, para que se quede fijado un marco relacionado con el control meteorológico.

En 1976 se construyeron las primeras instalaciones para el tratamiento de las aguas de Arteta y en 1992 se inauguró la Estación de Tratamiento de Aguas Pluviales (ETAP) de Eguillor. Desde allí se controla la calidad de agua de Pamplona y Comarca.
Unas obras recientes han permitido que el edificio sea energéticamente eficiente gracias a un sistema de calefacción y refrigerado alimentado por el propio agua del manantial. También a una nueva envolvente térmica.

El 20 de marzo de 2017 el parlamento de Nueva Zelanda aprobó una ley a través de la cual otorgó personalidad jurídica al río Whanganui. Así, el río y todos sus elementos quedaban configurado como un todo indivisible e inviolable.
Esto marcó jurisprudencia e hizo posible que dentro y fuera del país se estudiara hacer lo propio con otros ríos, lagos y montes.
Sin embargo, el pueblo maorí advierte que esto no es la solución. Que lo que realmente se necesita es cambiar la mentalidad y la actitud. Que lo que nos exige el medioambiente no son leyes, sino responsabilidad.