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Contaminación acústica en los océanos

Tradicionalmente siempre se ha hablado del entorno marino como el mundo silencioso, donde no hay estruendos y donde las especies viven y se mueven sin emitir sonidos. Pero sabemos que eso no es cierto. La contaminación acústica en nuestros océanos está afectando a las especies que en ellos habitan y su impacto tiene consecuencias desastrosas porque en los océanos, donde a duras penas llega la luz, el sonido es el que garantiza la vida.

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Tradicionalmente siempre se ha hablado del entorno marino como el mundo silencioso, donde no hay estruendos y donde las especies viven y se mueven sin emitir sonidos.

Sabemos que esto no es cierto, porque bien conocidos son los silbidos que comparten los delfines que constituyen un idioma propio, al igual que el de las ballenas. Cada especie de estos mamíferos marinos tiene un canto único que permite identificarlas. De hecho, recientemente se ha catalogado una nueva especie de ballena barbada por la señal acústica que emitía. Ha sido en el Golfo de México y se trata de un pequeño grupo compuesto por 100 ejemplares, aproximadamente, lo que la convierte en una especie en peligro de extinción.

Al hilo de esto hay que mencionar el trabajo que está desarrollando la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que gestiona la mayor base de datos del mundo de sonidos de la naturaleza, incluidos los del ámbito marino. Su responsable es Michel André, un investigador de bioacústica que comenzó su andadura profesional en la universidad estatal de San Francisco y que en 2003 fundó, con el apoyo del gobierno, el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas de la UPC. Desde entonces, su equipo se ha visto inmerso en diversos proyectos desde expediciones, alianzas internacionales con instituciones y empresas privadas, etc. Colabora con la Unión Europea en trabajos de investigación como “Blue Nodules” y “Blue Harvesting”, que se centran en el desarrollo de la minería submarina sostenible; el AGESCIC, que estudia el impacto sonoro de los parques eólicos en espacios marítimos; y el Jonás, que mide la contaminación acústica en el mar. Ahora, uno de sus grandes retos es el programa “Listen to the Poles” (“Escuchar los polos”) que consiste en instalar estaciones acústicas permanentes en los dos polos. “Hasta hace muy poco la incidencia sonora humana era inapreciable, pero ahora que el deshielo está abriendo nuevas vías marinas y está despertando el interés de la actividad industrial, su peso es mayor”, comenta.

En este punto André subraya que es necesario recopilar la diversidad sonora existente hoy en los polos, porque en breve desaparecerá a consecuencia de la acción humana. No es el único lugar en el que la presencia y la actividad humana provoca un gran impacto. “En ocasiones es un impacto con consecuencias desastrosas –añade- porque en los océanos, donde a duras penas llega la luz, el sonido es el que garantiza la vida”.

Los cetáceos, tal y como se ha comentado arriba, son muy sensibles a esas señales acústicas. De hecho, a consecuencia del tráfico marítimo, muchos se despistan y se quedan varados en las costas. “Incluso en las zonas más contaminadas hay cetáceos –advierte- pero esto no durará siempre porque no les estamos dejando vivir como lo han hecho durante milenios. Estamos cerca del punto de ruptura para muchas especies, y nuestra generación lo verá”.

Pero no son los únicos animales marinos que sufren la contaminación acústica. Aunque la mayoría de peces no disponen de aparato auditivo, sus células sensoriales captan la energía acústica, por lo que, cuando esta sufre una alteración, su influencia se percibe en el cambio de hábitos alimenticios, de movilidad, de orientación e incluso de reproducción. En consecuencia, la industria pesquera también se ve perjudicada.

No es de extrañar, por lo tanto, que organizaciones y expertos internacionales que se dedican al estudio de la contaminación acústica de los océanos, reclamen legislación para limitar su impacto. “Hay daños que son irreparables. Hay que tomar medidas drásticas”, concluye Michel André.

Con motivo de la celebración del Día Internacional del Agua 2021, dedicamos una serie de post de este Ecoblog al lema del año «¿Qué es el agua para ti?» (#water2me). Esta es la lista de artículos que, junto a este, publicamos (clicar encima de cada título):

1.- Recuerdos de nuestros ríos

2.- Tarjetas bancarias a partir de residuos oceánicos

3.- Entre el mar y la tierra

4.- Mamá, tengo sed

5.- ¿Cómo se siembran las nubes?

6.- De cómo el agua que bebemos se convierte en fuente de energía

7.- Personalidad jurídica para el río

8.- Cuando el agua es fundamental para tu trabajo

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