Para alguien que es profesional de la arqueología, un vertedero, un pozo ciego o cualquier otro lugar que haya servido para depositar los residuos es una fuente del saber. Y es que los residuos hablan de costumbres, de comercios, de tendencias, de gastronomía, de cultura… Nicolás Zuazúa, responsable de los trabajos arqueológicos desarrollados en el convento de las Salesas de Pamplona, nos habla de los hallazgos extraídos de esos basureros.
LIBERA es un proyecto que consiste en recoger basuraleza en nuestro espacio natural más cercano. Se realiza recogida de residuos en áreas concretas, se clasifican para su correcto procesamiento, se pesan y se depositan en los contenedores adecuados. La participación en este proyecto corresponde a la ciudadanía en general, aunque también son muchos los centros escolares los que, al estar especialmente concienciados con este problema, se organizan para acudir con el alumnado a limpiar las veras de los ríos, las playas y los bosques.
El alumnado del Grado Básico de “Arreglo y reparación de artículos textiles y piel” del CI San Juan-Donibane de Pamplona quisieron dar respuesta a dos retos: “¿Qué hacer con la ropa perdida que se recoge en los centros escolares?” y “¿Cómo ponemos en valor la ropa de segunda mano entre la gente joven y le invitamos a que haga un consumo más responsable?”
Así nacieron tres proyectos diferentes: FRUSTRATION FASHION, @outifitrapero y FOREST ON MARS
Cada día 8 millones de toneladas de desechos acaban en el océano. Se estima que en 2050 habrá más plástico que peces en los océanos. Ante esto, recibir la noticia de que se va a comercializar una tarjeta bancaria (tradicionalmente muy difíciles de reciclar) producida con residuos marinos es positivo en sí mismo, a la par de alarmante. Porque, por un lado, es esperanzador saber que alguien se dedica a recoger esos residuos y a darles nuevos usos, mientras, por otro, es alarmante comprobar que seguimos asfixiando los mares con nuestros plásticos.
La pelusa y otros residuos textiles que quedan en las máquinas secadoras de las lavanderías (borra) siempre se han tratado así, como residuo inservible. Sin embargo, ahora, estudiantes de la Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona (Elisava), en colaboración con Girbau Lab, una plataforma de innovación abierta de la industria de la lavandería, han hecho posible que se conviertan en un recurso que se puede transformar en un material similar al cartón.
El nuevo material se llama Clint y se utiliza en la industria papelera como papelería o packaging. Además, se están estudiando otras aplicaciones como la fabricación de carcasas de pendrives.
Los libros no duran eternamente en las estanterías ni de librerías ni de editoriales. Pasan a estar descatalogados y al temido procedimiento de expurgo, o lo que es lo mismo, a la selección de aquellos ejemplares que están abocados a la retirada o incluso a la destrucción. “Libros libres” salva a varios de esos ejemplares del olvido y los convierte en pequeñas esculturas. De esta manera, sus historias, personajes y paisajes recobran vida, llegan al público y los envuelven de la magia inherente a la literatura y al arte en general.
Vik Muniz es un artista que recicla, reutiliza, repiensa y reinterpreta. Toma de referencia obras icónicas que están en el imaginario popular y las rehace con técnicas y materiales muy particulares. Recoge imágenes fácilmente reconocibles y las reinterpreta dándoles un valor que antes no tenían. Y después fotografía esas nuevas obras para destruirlas finalmente y para que se quede la fotografía como único testigo de aquel trabajo. Su obra estará expuesta en el Museo de la Universidad de Navarra hasta el mes de marzo de 2021.
En 2010, cuando ni siquiera existía la Plataforma Europea sobre Pérdidas y Desperdicio Alimentario, en Pamplona y su Comarca se puso en marcha un sistema para la recogida de productos alimentarios para el Banco de Alimentos. Una iniciativa de gran impacto social que ahora cumple 10 años.
Todavía muchos residuos acaban en el contenedor equivocado. ¿Tienes dudas? Damos las claves para un reciclaje más eficaz y sin incertidumbres.
Separamos desde hace más de veinte años envases, papel y vidrio. Desde algo menos los residuos orgánicos y resto de residuos domésticos. Cada vez somos más conscientes de que el consumo desmesurado no es bueno para el planeta y, sin embargo, las tasas de reciclaje tienen todavía un amplio margen de mejora. ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para mejorar?