Sabido es que el municipio navarro de Villava tiene una sensibilidad especial hacia el medio ambiente y la comunidad.
Es el más pequeño de la Comunidad Foral y tiene una densidad de población similar a la de Tokyo. Pero lo que de verdad le caracteriza es la colaboración activa de las instituciones y de la ciudadanía que entienden que la reconexión con la naturaleza aporta beneficios tanto medioambientales como de salud. Creación de zonas verdes en plazas donde antes solo reinaba el cemento, limpiezas de voluntariado de los ríos, ovejas que pastan en el monte para evitar incendios son algunas de las acciones que se han acometido en esta localidad que siempre se busca implicar a jóvenes, mayores, población adulta e infantil, comerciantes y clientes con el único propósito de hacer una Villava mejor. (leer aquí)
El sábado, 13 de mayo, lo volvió a hacer planteando una nueva actividad, la primera edición de la Feria por la convivencia UBUNTU.
Ubuntu, en zulú significa “yo soy porque somos”. De alguna manera transmite el concepto de pertenencia a una comunidad y el del bien común.
El Ayuntamiento tomó esa palabra de referencia y organizó una jornada festiva con el objetivo de sensibilizar y concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de la implicación colectiva para seguir construyendo una ciudad acogedora y sostenible.
En este propósito coincide con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, entidad que a menudo apoya a este consistorio en sus acciones de sensibilización.
Ambas implicaron en el proyecto a asociaciones como el club San Andrés de personas jubiladas, la cofradía del Relleno, la comparsa de gigantes y comerciantes locales para elaborar un programa que incluyó talleres, actuaciones, degustaciones y stands.
Durante toda la jornada, la localidad acogió distintas actividades como talleres de jardinería, dibujo, movilidad sostenible y socialización canina urbana, una exposición, teatro de calle, además de hinchables, la plastikería, taberna de agua y punto informativo sobre gestión de residuos que aportó la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.
La feria terminó con una degustación de productos kilómetro cero, es decir, de productos elaborados en Villava como relleno con tomate y chorizos a la sidra, queso y chorizo elaborado por el pastor de las “ovejas bomberas” que han desbrozado las laderas del monte, vino y pacharán.
Esta degustación estuvo amenizada con música en directo a cargo de grupos de la escuela de música y decorada con asientos dispuestos de tal manera que facilitaban el encuentro y la conversación.
Porque la iniciativa tenía como principal objetivo ese, la convivencia.
Y sí, se consiguió, ya que la participación de los diferentes agentes culturales, sociales y municipales fue clave para el buen desarrollo de un día que promete celebrar más ediciones.
Si quieres conocer otras iniciativas medioambientales de esta localidad, puedes consultar este post (leer aquí)
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