Controles y analíticas semanales, estrecho seguimiento de la presencia de algas en el agua, análisis diarios del agua prepotable y medidas de la temperatura. El embalse de Eugi está en constante observación y estudio para garantizar la calidad del agua suministrada a la Comarca de Pamplona.

El 1 de junio de 2016 un equipo de especialistas de la Universidad de La Coruña sumergió un vehículo subacuático en las aguas de Eugi para realizar una cartografía batimétrica (relieve de la superficie subacuática), cálculos morfométricos (tamaño y forma del embalse) y obtener otros datos. Gracias a aquel estudio hoy sabemos las dimensiones reales del embalse y que, desde su creación, la capacidad de almacenamiento no ha disminuido

Desde que en 1971 se pusiera en funcionamiento y en 1973 se inaugurara oficialmente, el embalse de Eugi da de beber a Pamplona y a la Comarca a lo largo de todo el año. Por eso están prohibidas la navegación (con y sin motor), los baños y la pesca. Su volumen de agua depende principalmente de las precipitaciones y el control de calidad que se realiza es exhaustivo. Tiene interés faunístico y turístico.

En 2018 el riesgo de desprendimientos hizo necesario acometer obras para asegurar la ladera derecha que acota la boca del manantial de Arteta y la casa del guarda, Centro de Información de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. Helicópteros, cuadrillas de obra y maquinaria irrumpieron en un paraje en el que rumor del agua suele ser el protagonista indiscutible. Era necesario si queríamos oir de nuevo su voz.

En 1895 se inauguraron los primeros Depósitos de agua en la Comarca de Pamplona. La ciudad crecía y necesitaba dotarse de infraestructuras que garantizaran el abastecimiento de agua de calidad. Supusieron la llegada del agua corriente hasta el casco urbano de Pamplona y la garantía de agua potable las 24 horas del día. ¿Vemos cómo era la vida entonces y cómo ha cambiado?