
¿Sabías que las maquinillas de afeitar, los productos de higiene bucal y los envases de cosméticos se pueden reciclar para darles una segunda vida? También los botes de cremas solares, los tubos de cremas labiales… Nuestra forma de vida genera residuos que poco tienen que ver con los de antaño y que necesitan una gestión específica. Para su tratamiento nacen empresas especializadas. Sin embargo, no debemos olvidar que el mejor residuo es el que no se genera.