Arga Bizirik es un grupo de investigación del Instituto de Enseñanza Secundaria Askatasuna de Burlada, formado por los alumnos Saioa Aroitz, Aiuri Lasa y Maddi Valencia. lraide Ongay es la profesora que les dirige. «Hubo más, -explican los jóvenes- pero algunos se fueron, otros han venido… En total hemos trabajado cinco o seis personas en el proyecto».
Durante dos años, una vez por semana, el grupo de estudiantes ha sacrificado el recreo para investigar el Río Arga. Y es que, cuando la escuela recibió una subvención del Ayuntamiento, surgió la posibilidad de llevar a cabo este proyecto, y los jóvenes se volcaron en ello inmediatamente. ¿Por qué? «El tema, el método científico… todo lo encontramos interesante».
«Creamos un grupo de investigación para conocer mejor el lugar en el que vivimos y la naturaleza que nos rodea. Recoger datos, ver cambios, investigar, debatir, sacar conclusiones… Creímos que todo esto era la mejor manera de conocer bien el medio ambiente y por eso aceptamos la invitación «.
Investigar la importancia de la naturaleza en su vida y en su día a día era el objetivo principal del trabajo. En ese sentido, adoptaron una serie de parámetros para estudiar: el PH del agua, la concentración de oxígeno, la temperatura y la estabilidad.
No hablan de vivencias buenas o malas en este tiempo. Pero sí las que más interesantes les han parecido, por diferentes. Por ejemplo, «tomar datos cuando el río tenía un caudal muy alto. Y luego investigar: ¿qué pasa al estar así? ¿Cómo está el PH, el oxígeno, etc.?»
Entre las conclusiones a las que han llegado destaca, por ejemplo, que el colegio, por su cercanía al río, disfruta de una temperatura suave. «O que el oxígeno aislado siempre tiene una relación muy estrecha con el movimiento del río. Por eso, si veíamos que el aislamiento de oxígeno era muy alto mirábamos nuestro entorno y nos dábamos cuenta de que había mucho movimiento. Quizá el dato más significativo ha sido el de la estabilidad. En la escuela, en la asignatura de física y química, hemos profundizado poco al respecto, por eso nos ha sorprendido ver que los datos relacionados eran lógicos y que tenían sentido».
Todavía no pueden decir si el río goza de buena salud, porque no han podido compararlo con los datos tomados en otros años y por otras instituciones. Por eso, han pensado que el alumnado del año que viene utilice los datos tomados este año para que la investigación esté basada en una comparación. «Aparte de eso, puede ser interesante tomar datos en dos puntos diferentes del río, para ver mejor cómo cambian».
De hecho, el alumnado de tercero ya ha comenzado a tomar las primeras muestras que les servirán para continuar el trabajo durante el siguiente curso escolar.
Tanto este año como el que viene el centro pondrá a disposición del alumnado herramientas muy avanzadas. «Poder contar con ellas gracias a la subvención ha sido una gozada».
¿Cómo ha afectado este trabajo de investigación a estos tres adolescentes? “Ha sido muy interesante, pero no sólo por la toma de datos. Ha sido muy enriquecedor juntarnos, hablar, elaborar la hipótesis para mirar los resultados y ver que todo lo que estábamos haciendo lo podíamos tomar como base para una investigación completa del año que viene. Además se ha estrechado la relación con los profes, porque nos han ayudado a analizar los datos y han estado muy encima».
Y después de la experiencia, estos chavales y chavalas ¿quieren ser científicos? “No lo sabemos, pero las ciencias, los datos, la investigación… todo eso lo encontramos muy interesante”.
CONCLUSIONES
“Como conclusión principal podemos decir que los ecosistemas fluviales suelen mantener más fresca la temperatura ambiente del entorno gracias a la capacidad calorífica de las aguas fluviales y a la vegetación de las márgenes. He aquí la importancia ecológica y biológica de mantener sanos los ecosistemas fluviales en su integridad.
Por otro lado, la temperatura del agua, que se mantiene más constante y más baja que la temperatura ambiente, puede provocar una mayor disolución de oxígeno. De ahí su importancia para todos los seres vivos, ya que es un componente básico para la respiración celular.
Por último, es interesante señalar que la principal conclusión de esta investigación es que todos los factores de la naturaleza interactúan, en una u otra modalidad, de forma directa o indirecta. Lo que hemos visto en este estudio es que, además de factores de naturaleza, también hay factores artificiales. Por ello, es urgente mantener el equilibrio existente entre la diversidad fluvial y la naturaleza».
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