El Plan Sanitario del Agua de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) engloba un marco de actuaciones para la mejora continua del abastecimiento comarcal. En él se refleja todas aquellas acciones que permiten minimizar y neutralizar los riesgos de deterioro de la calidad del agua, y garantizar así un suministro en perfectas condiciones. Está formado por un equipo multidisciplinar (Control de Calidad, Explotación, Planificación, Mantenimiento de Redes, Clientes…) de la Mancomunidad.
Eugi es una de las fuentes principales de agua de la Comarca de Pamplona, junto a Arteta e Itoiz. El agua recogida en este embalse, está sometida a muchos controles y analíticas semanales por parte del personal del laboratorio de Control de Calidad de MCP. Como este laboratorio es el encargado de velar por su calidad, siempre está sometido a auditorías externas, por parte de ENAC (Entidad Nacional de Acreditación en España), quien acredita su competencia técnica en el análisis en agua potable. Además, recientemente ha pasado una auditoría de Re-Evaluación, manteniendo así su acreditación y asegurando su competencia técnica.
Al margen de auditorías, el equipo de especialistas se enfrenta a necesidades de mantenimiento y control que exige la infraestructura. Por ejemplo, sabido es que, en general, los embalses pueden presentar problemas de eutorfización (aumento de temperatura del agua que provoca el aumento de algas y nutrientes como fósforo y nitrógeno).
No es el caso del de Eugi, porque la alta renovación del agua embalsada y la zona forestal circundante lo impiden. Además, al no haber campos de cultivo, de cereal, etc. tampoco hay aporte de nutrientes o fitosantiarios.
Sin embargo, hay que estar alerta, ya que el cambio climático está afectando a la masa de agua que está expuestas a una mayor insolación, y ello provoca un incremento de la materia orgánica que exige una potabilización más exigente en Urtasun. Por eso, se están realizando mejoras y añadiendo más tratamientos, para seguir asegurando la calidad del agua suministrada.
Por otra parte, se controla también la temperatura en profundidad de manera semanal. Esto permite, entre otras cosas, fijar la fecha idónea para, al inicio del otoño, proceder al desembalse de fondo del embalse, coincidiendo con la denominada termoclina.
Este fenómeno, la termoclina, se debe al calentamiento de la zona superior de la masa de agua, debido a la acción del sol en verano. Como consecuencia, se produce una estratificación de las aguas, ya que las capas superiores de agua están más calientes que las inferiores. El calentamiento, que alcanza su máximo en agosto-septiembre, provoca que ciertos metales (hierro y manganeso) que habitualmente se encuentran en la zona más fría, se vuelvan solubles. Por lo tanto, cuando se realiza el desemblase, es posible eliminar gran cantidad de estos metales, mejorando la calidad del agua que llegará a la planta y, en consecuencia, facilitando su potabilización, que necesitará de menos reactivos. En un post anterior (leer aquí), tratamos este tema.
Hay que decir que estos metales no son perjudiciales para el río, ni para su fauna ni para su flora. De hecho, los efectos de cambio de temperatura o de caudal derivados de esta acción son similares a los provocados por cualquier tormenta.
Si bien este desembalse se lleva realizando desde 1991, en ocasiones, como en 2022, se produce una excepción. La de entonces estuvo provocada ser un año pluviométrico muy atípico y por la necesidad de preservar el agua embalsada.
Además de los controles ya descritos, hay que sumar también la batirometría que se realizó en 2016 que permitió comprobar que, desde la creación del embalse, su capacidad de almacenamiento no había disminuido, además de otros datos de interés.
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Presente de Eugi, fuente de abastecimiento de Pamplona y Comarca
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Infografía: Eugi, agua para la Comarca desde 1973
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