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Separar sí, pero no de cualquier manera

Llamamos impropios a los residuos depositados en los contenedores que no corresponden y que contaminan a los depositados correctamente. Su presencia dificulta e incluso imposibilita la recuperación y el reciclaje, con la consiguiente pérdida de recursos y dinero que ello acarrea. La buena separación de origen evita todos estos inconvenientes y ayuda a convertir los desechos en nuevos materiales aprovechables. ¿Vas a dejar pasar esta oportunidad?

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¿Sabías que los juguetes de plástico deben llevarse al punto limpio? ¿Y que los pañales no se pueden reciclar y que se han de depositar en el contenedor de resto?

Depositar cada residuo en su lugar correspondiente es importante para ahorrar dinero, energía, combatir el cambio climático y generar unos productos reciclados de más calidad.

Sin embargo, si depositamos los residuos en el contenedor equivocado, estamos dificultando en gran medida el reciclaje de aquello que ha sido depositado en el contenedor correcto. Por eso es tan importante depositar en cada contenedor sólo los residuos pertinentes.

Objetos no reciclables
Párate veinte segundos a pensar, ¿dónde tirarías una espátula de cocina, un biberón, un bote de desodorante, un mondadientes, una copa rota o unas lentillas?

Todos esos objetos y otros como las cuchillas de afeitar, los excrementos de animales, las toallitas, la vajilla, loza y cerámica, los pañales, compresas y empapadores, los espejos y vasos rotos, las mascarillas y los bolígrafos y subrayadores no pueden reciclarse y van al contenedor de resto.

Sin embargo, hay muchos otros que sí pueden recuperarse y transformarse como los alimentos, los envases, el papel, el vidrio, los textiles, etc.

¿Qué sucede con todos estos residuos, que siguen el proceso de reciclaje, si no se depositan donde corresponde?

Que se pierden.

¿Qué sucede con los residuos impropios que contaminan los que están depositados correctamente en su contenedor?

Que dificultan, y en muchos casos imposibilitan, el reciclaje.

Cuantos más residuos impropios aparezcan en un contenedor, mayor es el esfuerzo que hay que hacer para reciclar los materiales que pueden ser reutilizables, por lo que se requieren más filtrajes, más tiempo y más energía para separarlos.

La problemática de los impropios se genera principalmente en las plantas de selección y clasificación de residuos, ya que la presencia de residuos inadecuados y de elementos extraños entorpece el sistema. Cuantos más impropios hay, más difícil es la tarea de separación, mayores son las posibilidades de avería, mayor el riesgo de daños caros de reparación de maquinaria, y menor la eficiencia y la cantidad de material reciclado.

Además, en el caso de los residuos reciclables mal depositados, los materiales se desaprovecharán y posiblemente acabarán en el vertedero. No se podrán recuperar. ¿Por qué dejamos perder todos estos recursos?

No olvidemos que, con un reciclaje correcto, evitamos enterrar residuos en el vertedero, rebajamos las emisiones de CO2 que llegan a la atmósfera y combatimos el cambio climático. También disminuimos la cantidad de microplásticos que van al mar y a nuestros organismos (con el reciclaje de los plásticos) y evitamos la extracción de materias primas de la naturaleza (con el reciclaje del vidrio).

¡Separar bien nos une!
Según la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, en la Comarca de Pamplona el contenedor de envases, de tapa amarilla, suele ser el contenedor en el que habitualmente se encuentran más residuos mal depositados. Residuos como envases, las latas y bricks, el papel de aluminio, el poliespán, las botellas de plástico y las tapas y tapones van a este contenedor.

El contenedor de papel y cartón debe contener papel limpio (sin ensuciar por desechos mal depositados).

Y el contenedor de vidrio debe contener botellas, frascos de este material, tarros de alimentos. Ojo, no el cristal (vasos, espejos, ventanas…) que habrá que depositarlo en el resto, tal y como queda dicho arriba.

Por último, en el contenedor de tapa marrón depositaremos la materia orgánica (alimentos, restos verdes, cáscaras, etc.) que tras su tratamiento correspondiente se convertirá en compost y energía. Por lo tanto, cuanto más libre esté de impropios, mayor será la calidad de su reciclaje y de su resultado.

Está claro que con un pequeño esfuerzo, los beneficios que se obtienen se multiplican. Con un buen reciclaje se combaten los efectos del cambio climático al tiempo que se obtienen recursos para nuestra vida cotidiana. ¿Vamos a dejar pasar esta oportunidad?

Si aún tienes dudas y no conoces el destino adecuado de algún residuo, puedes consultar el buscador online ‘¿Dónde lo tiro?’.

Y recuerda que hacerlo bien, nos une, porque el beneficio no solo en para las personas, sino para el planeta.

Si quieres saber más sobre reciclaje:

¿Qué pasa con la ropa que ya no utilizamos?

Cáscaras de pistacho a la captura de carbono

El plástico africano que se convierte en adoquín

Cabello humano como material textil

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