La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y TCC Pamplona, en colaboración con la ONG navarra ‘Ayuda contenedores’, donan un autobús para mejorar el servicio de transporte escolar del municipio de Santo Domingo en Cabo Verde.
Gracias a esta donación, los estudiantes viajarán con seguridad y comodidad.
En el ámbito de los residuos urbanos la ciudadanía cada vez tiene más interiorizado que cuanto se desecha puede convertirse en recurso. Con el papel se hace papel reciclado, con los envases, nuevos plásticos, con la materia orgánica, compost y energía, etc. Pero ¿qué ocurre con los escombros y materiales de construcción? “Escombrarte” es un certamen internacional de escultura basado en el Arte del Reciclado, una de las bases de la economía circular; un certamen que sorprende gracias a unas obras y materiales que cobran vida, después de haberse convertido en mero escombro.
El Parque Fluvial de la Comarca de Pamplona es un importante corredor ecológico en el que conviven personas, animales y plantas. La Mancomunidad hace un gran esfuerzo para preservar su buen estado y el de sus habitantes con acciones que van desde la pura observación y diagnóstico, hasta el de la conservación, protección y divulgación
2.500 libros de segunda mano de Traperos de Emaús de Navarra han viajado en un contenedor de conservas a la provincia de Manabí en Ecuador. El objetivo es que ocupen las estanterías de las 21 bibliotecas que se abrirán en la zona. Ha sido un primer envío y se está preparando el segundo.
Una revista de barrio de Pamplona ha propuesto una iniciativa para que su vecindario recicle agua y se la dé a beber a los árboles urbanos. Pero el objetivo va mucho más allá. Según Roberto Carmona, uno de los precursores de la idea, “lo importante de esta iniciativa, es la concienciación medioambiental y la necesidad de ahorro de agua. Sin olvidar que también nos parece importante crear un vínculo entre la ciudadanía y los árboles, y mostrar sus beneficios para los seres humanos”.
Ubuntu, en zulú significa “yo soy porque somos”. De alguna manera transmite el concepto de pertenencia a una comunidad y el del bien común. El Ayuntamiento de Villava (Navarra) tomó esa palabra de referencia y organizó una jornada festiva con el objetivo de sensibilizar y concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de la implicación colectiva para seguir construyendo una ciudad acogedora y sostenible.
Los seres humanos podemos adaptarnos a los cambios de dos maneras: evolucionando genéticamente, como el resto de seres vivos, o adaptándonos culturalmente. Esta última posibilidad es la más rápida y nos da una ventaja sobre el resto de especies, pero hay que saber aprovecharla bien, sin olvidar que las soluciones a los problemas de hoy pueden ser el embrión de las crisis de mañana.
A menudo, la naturaleza sirve de inspiración. Y buena muestra de ello es el algoritmo de las abejas artificiales, que utiliza la capacidad de las abejas para comunicarse entre sí y buscar fuentes de alimento eficientemente. Su aplicación se extiende a diferentes ámbitos como la informática, la biología, etc. y se centra en encontrar la mejor solución posible en un espacio de búsqueda muy amplio y complejo.
Las abejas y polinizadores silvestres son los mejores bioindicadores de la calidad del aire de la ciudad, por lo que su presencia en el entorno urbano es positiva. En Europa, países como Francia, Inglaterra, Eslovenia y Alemania la presencia de las abejas ha dado excelentes resultados y no ha provocado grandes inconvenientes o problemas.
La legislación española prohíbe colmenas de explotación ganadera en áreas urbanas. Sin embargo, no impide tener abejas para fines conservacionistas o didácticos, siempre que no se comercialicen productos de la colmena.
A menudo olvidamos que el ser humano no nació con zapatos. Que, de hecho, nuestros antepasados más lejanos, caminaban descalzos por caminos agrestes. En la actualidad hemos perdido esas referencias, y con ellas, los beneficios que puede aportar el contacto de la naturaleza sobre nuestros desnudos pies. El centro de visitantes de Lieteberg (Bélgica) ofrece ahora un paseo de 3 km de largo a través de una antigua cantera de arena y grava.