“La relación que establece una sociedad con el río pone de manifiesto el modelo de relación de dicha sociedad, tanto con la naturaleza como entre los miembros que la conforman”. Esta reflexión fue el punto de partida del proyecto “Askatasuna Ibai bazterreko tximeleta” (Asakatasuna. La mariposa de la orilla del río) que el IES Askatasuna de Burlada (Navarra) inició hace seis años. Un proyecto que, además de cumplir con el objetivo de concienciación ambiental, representa una buena muestra de cómo un trabajo de ámbito escolar se puede convertir en un producto de interés general.
Economía circular, reciclaje, reutilización, activismo medioambiental, acción social… Todos ellos son términos que ya existían hace cincuenta años y que con el tiempo han ido cobrando un nuevo significado gracias a entidades cono Traperos de Emaús Navarra.
En 1999 surgió la idea de dedicar una semana a la movilidad con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía y a la clase política sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad. Desde entonces, año tras año, los municipios europeos presentan las medidas que están tomando para promover la movilidad activa y el uso y promoción de medios de transporte que generan bajas o ninguna emisión a la atmósfera.
LIBERA es un proyecto que consiste en recoger basuraleza en nuestro espacio natural más cercano. Se realiza recogida de residuos en áreas concretas, se clasifican para su correcto procesamiento, se pesan y se depositan en los contenedores adecuados. La participación en este proyecto corresponde a la ciudadanía en general, aunque también son muchos los centros escolares los que, al estar especialmente concienciados con este problema, se organizan para acudir con el alumnado a limpiar las veras de los ríos, las playas y los bosques.
El alumnado del Grado Básico de “Arreglo y reparación de artículos textiles y piel” del CI San Juan-Donibane de Pamplona quisieron dar respuesta a dos retos: “¿Qué hacer con la ropa perdida que se recoge en los centros escolares?” y “¿Cómo ponemos en valor la ropa de segunda mano entre la gente joven y le invitamos a que haga un consumo más responsable?”
Así nacieron tres proyectos diferentes: FRUSTRATION FASHION, @outifitrapero y FOREST ON MARS
Jóvenes del Grado Profesional Básico de Auxiliar en operaciones de limpieza de edificios y locales de la Escuela de educadores de Pamplona son conscientes de que su futuro profesional estará muy ligado al agua. Quizá por eso están muy comprometidos con su buen uso. Ahora, ese compromiso lo han querido extender a todo el alumnado del centro a través de unos carteles y unas presentaciones que incluyen lemas tan directos como “Deja los malos rollos aquí. tu inodoro no es una papelera” o “El agua que tires hoy es la que vas a necesitar mañana”.
Las reglas del juego han cambiado. El actual contexto está sacando a la luz las carencias del modelo industrial respecto a las posibilidades de participación y motivación de las personas. La educación, la economía, el activismo, la política, la empresa están en pleno proceso de cambio hacia modelos más participativos y centrados en las personas y sus motivaciones. y en ese nuevo escenario el juego cobra un papel importante.
Este año 2020 ha hecho que lo que antes era válido, de la noche a la mañana dejara de serlo. Los nuevos escenarios han obligado a reinventar los modelos educativos. Las estrategias lúdicas utilizadas de manera continuada para hacer atractivos los contenidos han ido cobrando protagonismo y haciéndose un hueco. Ahora, sin embargo, llega el momento de reflexionar acerca de la aplicación de técnicas y dinámicas de juego en los procesos de aprendizaje y educación.
Cuando jugamos, vivimos el presente, abrazamos la incerteza, abordamos las situaciones como retos y desafíos, y además disfrutamos. Por eso es tan útil jugar, porque ese aprendizaje lo podemos extrapolar después al ámbito laboral, familiar, personal… Esther Hierro es una experta en el tratamiento de la actitud lúdica, en el play-thinking. Ella nos explica por qué el juego es necesario, especialmente en realidades paralelas como la que estamos viviendo, y cómo crear entornos donde merezca la pena estar
Vik Muniz es un artista que recicla, reutiliza, repiensa y reinterpreta. Toma de referencia obras icónicas que están en el imaginario popular y las rehace con técnicas y materiales muy particulares. Recoge imágenes fácilmente reconocibles y las reinterpreta dándoles un valor que antes no tenían. Y después fotografía esas nuevas obras para destruirlas finalmente y para que se quede la fotografía como único testigo de aquel trabajo. Su obra estará expuesta en el Museo de la Universidad de Navarra hasta el mes de marzo de 2021.